COLESTEROL - 16 de octubre de 2020
Con el paso de los años y a medida que se ha ido extendiendo su consumo, son múltiples los beneficios que se le han ido atribuyendo al consumo de soja. Recientemente, hemos conocido uno más gracias a los resultados obtenidos en una investigación llevada a cabo, de manera conjunta, por científicos de la Universidad de Toronto y la Pennsylvania State University.
Se trata de un metaestudio masivo encargado por la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) en el que se comparaban los resultados y métodos de 46 estudios científicos con relación al efecto de esta proteína en los niveles de colesterol en adultos y los resultados no han podido ser más prometedores.
El objetivo de la FDA de poner en marcha un trabajo de tal calibre era el de determinar la propiedades nutricionales y beneficios que se les permitía utilizar a los productos con proteína de soja como reclamo publicitario. Hasta ese momento, estaba permitido utilizar la afirmación 'Reduce los niveles de colesterol tanto totales como de LDL', pero la máxima autoridad sanitaria estadounidense necesitaba pruebas para poder seguir permitiéndolo o prohibirlo directamente.
De esos 46 estudios que se utilizaron, 43 resultaron ser lo suficientemente exhaustivos como para poder extraer datos interesantes para la investigación. De ellos, los investigadores extrajeron que "una dosis normal de 25 gramos al día de proteína de soja durante 6 semanas redujo el colesterol LDL en 4,76 mg/dL. El consumo de esta proteína también redujo los niveles totales de colesterol en 6,41 mg/dL".
"La proteína de soja redujo significativamente los niveles de colesterol de los sujetos de estudio. En concreto, entre un 3% y un 4%. Nuestros datos apoyan la evidencia. Es adecuado recomendar al público internacional que aumente su ingesta de proteínas vegetales", indicaron los investigadores.
Estos resultados convierten a la soja no solo en una magnífica proteína 100% vegetal, sino que también se le puede considerar como una gran aliada frente a las patologías cardiovasculares. Una propiedad que la hace indispensable en su recomendación para que las personas que padezcan o tengan riesgo de padecer hipercolesterolemia la incluyan en su dieta.
Tal y como explica el doctor David Jenkins, autor principal del estudio y director del Centro de Nutrición Clínica y Modificación de los Factores de Riesgo, "cuando alguien añada a los efectos de la proteína de soja en este estudio descritos el cese de la ingesta de grasas saturadas y contenidos altos en colesterol de la carne roja, la reducción de los niveles de colesterol podría ser todavía mayor".
De esta forma, se abre la posibilidad un nuevo tratamiento complementario para hacer frente a la hipercolesterolemia, además de los fármacos ya existentes, del seguimiento de una dieta equilibrada y una rutina de ejercicio diario.
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