ANEMIA FERROPÉNICA - 25 de abril de 2018
La anemia ferropénica, causada por una carencia de hierro en el organismo, es una patología bastante frecuente en mujeres en edad reproductiva. Suele pasar inadvertida o confundirse con otras patologías, por lo que muchas mujeres con este tipo de anemia no son diagnosticadas. En este artículo te contamos algunas claves para que entiendas un poco mejor cómo afecta la anemia a las mujeres en edad fértil.
¿Por qué en edad reproductiva?
El hierro desempeña un papel fundamental para suministrar oxígeno a las células de nuestro organismo. La pérdida de sangre durante la menstruación puede acabar provocando una anemia. Esta situación solo ocurrirá si la pérdida es abundante y sostenida durante el periodo menstrual. Si el sangrado llena un tampón o una compresa cada hora, durante varias horas, si dura más de siete días o si el periodo va acompañado de calambres, es necesario que visites a tu médico porque tu riesgo de padecer anemia es mayor.
El problema reside, muchas veces, en el infradiagnóstico. Muchas mujeres consideran normales sangrados que no lo son tanto y, además, algunos síntomas de la anemia como la fatiga, la debilidad o las dificultades de concentración, tienden a confundirse con otras patologías. La mejor forma de salir de dudas es acudir al médico para realizarse una analítica completa de sangre. Podrás determinar así tu nivel de glóbulos rojos y hemoglobina y, de confirmarse el diagnóstico, te beneficiarás del tratamiento más adecuado.
Revertir la anemia ferropénica es relativamente sencillo. Es posible que tengas que tomar suplementos de hierro, pero también es factible que tu cuerpo se recupere con un cambio de dieta. Por ello, debes comenzar a incluir en la misma alimentos ricos en hierro como las carnes, aves, pescados y mariscos, y también las legumbres, frutos secos y vegetales de hoja verde. Si además los tomas con fuentes de vitamina C como los zumos de naranja mejorarás la absorción de hierro. Si por el contrario, los consumes con lácteos, té o café, tendrás más dificultades para que el hierro presente en los alimentos penetre en tu organismo.
Nuestra recomendación es sencilla. No se trata de que te obsesiones con la pérdida de hierro durante tus periodos menstruales, pero tampoco está de más que controles si los sangrados son demasiado abundantes. Existen soluciones y son fáciles, eficaces e indoloras.
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