ANEMIA FERROPÉNICA - 14 de noviembre de 2024
La anemia ferropénica es un problema de salud que afecta a la cuarta parte de la población. El hierro es fundamental para nuestro organismo, ya que ayuda a producir hemoglobina, la proteína encargada de transportar oxígeno a todas las células del cuerpo. La falta de hierro puede provocar fatiga, debilidad, palidez y dificultad para concentrarse. En casos más graves, puede afectar el desarrollo cognitivo en niños y aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo. En cambio, mantener unos niveles óptimos de hierro ofrece numerosos beneficios, como mejorar el rendimiento físico y mental, fortalecer el sistema inmunológico y promover un crecimiento saludable en niños y adolescentes.
Afortunadamente, una dieta rica en hierro puede ayudarnos a combatir la anemia y mejorar nuestra salud. Existen muchos alimentos ricos en hierro que podemos incorporar fácilmente a nuestra dieta. Las carnes rojas magras, el hígado, las sardinas y las ostras son excelentes fuentes de hierro. También hay verduras ricas en este mineral, como las legumbres, las espinacas, las semillas de calabaza, la quinoa o los frutos secos.
Algunas recetas fáciles para combatir la anemia y obtener una cantidad extra de hierro son:
Ingredientes
400g de lentejas
400g de lentejas
250g de espinacas
1 cebolleta
2 zanahorias
1 puerro
1 pimiento verde
1 diente de ajo
Aceite de oliva
Sal
1 hoja de laurel
Preparación
Picar finos la cebolleta, el puerro, el ajo y el pimiento verde. Cortar la zanahoria en trozos grandes.
En una cazuela, pochar todas las verduras con aceite de oliva y sal.
Una vez rehogadas las verduras, añadir las lentejas y cubrir con agua. Agregar una pizca de sal y la hoja de laurel.
Subir el fuego al máximo hasta que hierva. Luego, bajar a fuego medio y cocinar durante unos 50 minutos o hasta que las lentejas estén tiernas.
Añadir las espinacas y dejar hervir un par de minutos más.
Retirar del fuego y dejar reposar antes de servir.
Ingredientes
1 kg de sardinas frescas
2 cebollas
2 zanahorias
2 dientes de ajo
2 hojas de laurel
1 rama de tomillo
250 ml de vinagre de vino blanco
250 ml de agua
100 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra en grano
Preparación
Limpiar las sardinas, quitando las escamas y vísceras. Secarlas bien.
Cortar las cebollas en juliana y las zanahorias en rodajas finas.
En una sartén, calentar aceite de oliva y freír las sardinas hasta que estén doradas por ambos lados. Retirarlas.
En la misma sartén, pochar la cebolla, la zanahoria y los ajos pelados y aplastados.
Añadir el vinagre, el agua, el laurel, el tomillo, la pimienta y una pizca de sal. Dejar cocer a fuego medio durante unos 5 minutos.
Verter y cubrir las sardinas con este escabeche.
Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego meter en la nevera durante al menos 24 horas antes de consumirlas.
Ingredientes
500 g de hígado de ternera
2 cebollas grandes
2 dientes de ajo
100 ml de vino blanco
Harina
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra molida
Preparación
Limpiar el hígado, retirando las membranas y cortándolo fino.
Salpimentar las láminas de hígado y pasarlas por harina.
En una sartén, calentar el de aceite de oliva y freír el hígado brevemente por ambos lados. Reservar.
En la misma sartén, añadir más aceite y pochar la cebolla cortada en juliana junto con los ajos picados.
Cuando la cebolla esté transparente, añadir el vino blanco y dejar reducir a fuego medio durante unos minutos.
Incorporar el hígado con la cebolla y cocinar todo junto durante unos minutos.
Ingredientes
400 g de garbanzos cocidos
1 diente de ajo
El zumo de 1 limón
2 cucharadas de tahini (pasta de sésamo)
50 ml de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de comino molido
Sal
Agua fría
Preparación
Escurrir los garbanzos cocidos y enjuagarlos con agua fría.
Añadir los garbanzos, el diente de ajo pelado, el zumo de limón, el tahini, el comino y una pizca de sal a un procesador de alimentos o a una batidora.
Triturar todos los ingredientes mientras se va añadiendo el aceite de oliva lentamente en un hilo fino.
Continuar triturando y añadir agua fría poco a poco hasta conseguir una textura cremosa y suave.
Ajustar el punto de sal y servir en un plato hondo. Decorar con un chorrito de aceite de oliva y espolvorear con comino o pimentón al gusto.
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