CÁNCER DE COLON - 14 de noviembre de 2024
Todo lo que ingerimos a través de la alimentación realiza un viaje por nuestro sistema digestivo modificando ya sea de forma positiva o negativa las mucosas (o paredes) de todo el tubo digestivo y su microbiota, empezando por la boca hasta el recto. Cuando hablamos de cáncer de colon cabe pensar de manera rápida la importancia de lo que comemos ya que son esos alimentos los que llegan a nuestro intestino y, colon, pudiendo producir alteraciones.
Pero los alimentos no traen sólo nutrientes sino también químicos, microplásticos, metales pesados, insecticidas o herbicidas entre otros, ya sea en frutas y verduras que se han añadido en su proceso de mantenimiento como pescados que se contaminan por cómo están los océanos. Y al final, nuestro cuerpo debe ser capaz de eliminar estas sustancias lo antes posible para minimizar daños.
Con el tiempo y en mayor medida, estas sustancias se van relacionando con el riesgo de inicio y avance de cáncer de colon debido a que la cantidad de estas sustancias es cada vez mayor por las prácticas tan intensivas que se realizan para conseguir una mayor productividad de alimentos. Estos insecticidas y herbicidas alteran esa microbiota intestinal, generan daños en el ADN con mutaciones que activan genes relacionados con el cáncer e inhiben la muerte celular programada, es decir, esas células que deben morir y regenerarse dejan de hacerlo.
Hay publicaciones y algún metaanálisis (un paper de elevado rigor científico) que relacionan la exposición a estas sustancias, herbicidas e insecticidas, tanto con el cáncer de colon como de recto. Apuntan a un aumento de hasta el 32% de riesgo de padecerlo y, este daño es exponencial tanto en días de exposición como en intensidad, es decir, las cantidades a las que nos exponemos son importantes y van a tener un impacto notorio.
Por ende, aplicar prácticas higiénico-dietéticas es fundamental para poder reducir la exposición. Podemos, por ejemplo, lavar las frutas y verduras con abundante agua y lejía alimentaria unos 15minutos. También priorizar el consumo de estos alimentos de temporada, que no vengan envasados y, además, de origen local ya que cuanto menos viaje hace el alimento del huerto a la mesa, va a llevar una menor cantidad de estas sustancias.
Tanto si padeces este tipo de cáncer como si quieres prevenirlo ya sea por historial familiar o no, te recomendamos aplicar esas medidas además de conseguir minimizar otros daños asociados a la salud no exclusivos del cáncer.
Mireia Elías, Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.
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Alimentación 3S