ANEMIA FERROPÉNICA - 26 de mayo de 2023
Anemia, del griego “sin sangre”, es una enfermedad que constituye el trastorno hematológico más frecuente en los más pequeños, aunque también afecta a todas las etapas de la vida. La diferencia de causas de la anemia varía según la edad de los pacientes. A nivel mundial, el déficit de hierro es la causa más frecuente de esta enfermedad en la edad pediátrica.
En 2008 la OMS sacó a la luz los resultados de una encuesta sobre la anemia en la que participaron 192 estados miembros y que arrojaron datos importantes acerca de la enfermedad. La presencia de esta era del 47,4% en niños preescolares y de casi el 25% en niños en edad escolar, aunque los datos en los pacientes preescolares variaron según el país de residencia de estos, siendo América del Sur y África los países con más casos.
Estos resultados ayudan a tomar conciencia sobre la importancia de esta enfermedad y la presencia que tiene en la actualidad. Pero la anemia no es una novedad, la procedencia de su nombre ya nos indica de su existencia en la antigüedad, pero no ha sido hasta 2023 cuando se han encontrado los casos más antiguos de anemia.
Gracias a un nuevo estudio se ha descubierto que la anemia era también una enfermedad muy presente en los niños pequeños en el Antiguo Egipto, un hito histórico muy importante ya que es la primera vez que se encuentran evidencias de la enfermedad en restos tan antiguos.
Los investigadores, expertos de Alemania, Estados Unidos e Italia, afirman en el estudio que los esqueletos momificados estudiados revelan una deformidad en sus bóvedas craneales que representa una evidencia de anemia, en concreto anemia hemolítica crónica y anemia por deficiencia de hierro. Según la investigación la anemia padecida por estos pequeños fuese, seguramente, debido a una desnutrición, lo que conlleva la reducción de producción de glóbulos rojos y por ello menos oxigeno repartido al cerebro y al resto de partes del cuerpo. En el estudio no se afirma que las muertes fuesen causadas por la enfermedad, pero sin duda se trata de un gran factor para tener en cuenta.
Lo que hace que este descubrimiento sea diferente a muchos otros es porque, normalmente, la hipertrosis porótica (una alteración en los huesos del cráneo) es la afección que más se encuentra en restos humanos de la antigüedad y, por el contrario, encontrar evidencia de la anemia en esqueletos es muy poco común.
Toda esta investigación ha sido posible también gracias a la tecnología actual y a los ritos más ancestrales. El proceso de momificación por rito, tan conocido en el Antiguo Egipto, ha ayudado a los restos a poder conservarse como otros no pueden hacerlo a lo largo de los años y, por tanto, facilitar la investigación sin perder datos cruciales. Junto con la momificación, la tecnología ha ayudado a poder seguir conservando el estado de todos los restos y, a su vez, descubrir los secretos que guardan tras los vendajes.
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