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Comprendiendo la anafilaxia y sus riesgos

ALERGIA - 3 de noviembre de 2024

¿Alguna vez has escuchado hablar de la anafilaxia? Si eres alérgico o conoces a alguien que lo es, deberías estar familiarizado con este término, ya que podría ayudar a salvar vidas. La anafilaxia es una reacción alérgica que ocurre rápido, puede ser muy grave y, en algunos casos, incluso mortal si no se actúa a tiempo.

Sus síntomas suelen aparecer rápidamente, a veces en cuestión de minutos después de entrar en contacto con el alérgeno, por lo que es importante saber reconocerlos. Las señales características son:

  • Picazón repentina en las palmas de las manos o las plantas de los pies.

  • Hinchazón, sobre todo en la cara, labios o lengua.

  • Dificultad para respirar.

  • Mareos o sensación de que te vas a desmayar.

  • Náuseas o vómitos repentinos.

  • Erupciones en la piel.

Aunque cualquier cosa puede provocar una anafilaxia en una persona alérgica, los alérgenos más habituales que puede causar esta reacción son:

  • Alimentos como los frutos secos, mariscos, huevos y lácteos.

  • Picaduras de insectos, como abejas, avispas y hormigas.

  • Medicamentos, desde antibióticos hasta analgésicos.

En este caso, la adrenalina es el tratamiento que puede marcar la diferencia para la persona que padece una anafilaxia. Suele venir en un dispositivo llamado autoinyector, cuya forma es como un bolígrafo que, al presionarlo contra el muslo, libera la medicina que puede detener la reacción alérgica. Las personas que tienen alergias graves deberían llevar siempre uno encima.

Una guía de los pasos a seguir en caso de estar teniendo una reacción anafiláctica es:

  1. No entrar en pánico e intentar mantener la calma.

  2. Si se tiene un autoinyector de adrenalina, usarlo inmediatamente.

  3. Llamar a emergencias. En España, este número es el 112.

  4. Si la persona está consciente, ayúdala a sentarse o tumbarse, dependiendo de si tiene problemas para respirar.

  5. Si la persona está inconsciente, colocarla de lado.

Tener alergias graves no significa vivir con miedo constante a poder sufrir una anafilaxia. Con el conocimiento adecuado y las precauciones necesarias, se puede llevar una vida normal. Si sabes que tienes alergias graves, ese esencial:

  • Identificar los alérgenos: hazte pruebas y conoce exactamente a qué eres alérgico.

  • Evitar los desencadenantes y mantenerse alerta, a veces los alérgenos se pueden encontrar en lugares insospechados.

  • Informar a tu entorno, cuanta más gente sepa cómo ayudarte, mejor.

 

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