VIDA SALUDABLE - 5 de octubre de 2023
Al entrar en el otoño, nuestro cuerpo empieza a entrar en un estado de hibernación donde los síntomas más frecuentes son el cansancio o la falta de energía, apatía o estado de ánimo bajo, falta de concentración, entre otros. Este conjunto de síntomas forman la astenia otoñal y se estima que más de la mitad de la población sufre este cambio de estación y sus consecuencias.
Para encontrarnos mejor la clave reside en cuidar nuestros hábitos de vida. Entre ellos, se encuentran:
La hidratación o beber suficiente agua.
Cuando el organismo se encuentra hidratado, la función renal y digestiva, así como la eliminación de toxinas se ven favorecidas. Tener una botella de agua siempre cerca en un lugar fresco y bien visible es la mejor forma de obligarse a tomar la cantidad de agua necesaria. Esto se puede complementar con caldos, infusiones o tés o ingerir agua a través de los alimentos como con las frutas y verduras.
El movimiento diario.
Es recomendable porque nos ayuda a generar endorfinas como la serotonina y dopamina, las cuales están relacionadas con la felicidad. Al igual que ayuda en la regulación de otros neurotransmisores como la melatonina, relacionada con el sueño o el cortisol, con los niveles de estrés.
Un adecuado descanso.
Mientras dormimos, se producen numerosos procesos de reparación en todos nuestros sistemas y de esta forma, afrontamos el siguiente día mucho mejor. Si el hábito del sueño es algo que suele costarte, te recomendamos ver en este blog otros trucos y pilares para conseguir descansar adecuadamente.
Alimentación nutritiva y saludable.
Incluir esta serie de nutrientes implicados: triptófano (precursor serotonina), omega 3, vitamina D, E, B9, B12, C, B1, B5, B6, hierro y zinc. Los alimentos que contienen estos nutrientes pueden ayudarnos a combatir estos síntomas. Entre ellos podemos encontrar: las verduras, en especial las de color verde oscuro. En el caso de las frutas, tenemos el plátano, naranja o aguacate. Con respecto a otros grupos alimenticios, encontramos lácteos, pollo, pescado, granos integrales (en especial la avena), patatas, frutos secos (como almendras y nueces), el cacao puro o chocolate negro, entre otros.
Dedicar tiempo al autocuidado.
Más allá de estos pilares, buscar tiempo para mimarnos como un ratito de lectura con una vela, un baño caliente, paseos por la naturaleza, tiempo al sol en una terraza a mediodía, abrazos que sube la oxitocina… Todos estos hábitos también son muy nutritivos.
¡Esperamos que te cuides!
Redactado por:
Mireia Elías Fernández
Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.