VIDA SALUDABLE - 19 de febrero de 2021
Hoy en día podemos encontrar una gran variedad de aceites en el supermercado. Desde el clásico de oliva, pasando por el de coco o el de aguacate, entre otros.
Este aceite se obtiene del fruto del almendro, tras prensarlo en frío. La almendra dulce tiene un alto contenido de antioxidantes, vitamina E y nutrientes, grasas monoinsaturadas, omega 3 y 6 y ácido oleico.
Es muy hidratante, antinflamatorio, está aconsejado para después del sol. Elimina manchas cutáneas, reduce arrugas, aporta suavidad, nutrición y brillo al cabello seco o dañado.
Además, si lo aplicamos después de la ducha, reforzaremos sus beneficios humectantes y si lo que queremos es mejorar nuestro rostro, podemos aplicar unas gotas después de lavarnos la cara.
Es muy importante que antes de comprarlo te informes sobre su consumo, ya que no todos los aceites de almendras se pueden consumir. Si no vas a ingerirlo y tu interés en él es simplemente utilizarlo para mejorar la salud de la piel y el cabello, puedes utilizar cualquiera.
Poco a poco vamos introduciendo el aceite de aguacate en nuestra cocina y como producto de belleza. Este aceite se compone de ácido oleico, ácidos grasos omega 3 y omega 9 y vitaminas E, A y varias del grupo B.
Funciona muy bien para regenerar la piel, ayuda a combatir el envejecimiento de las células de la piel. También está muy recomendado para tratar el cabello seco, haciéndonos una mascarilla casera de aceite de aguacate, por ejemplo. Además, si lo incluimos en nuestra dieta, ayuda a reducir el colesterol, la hipertensión y mejora la salud de nuestro corazón. Por último, el aceite de aguacate tiene un alto contenido en luteína, un antioxidante muy beneficioso para la salud de nuestros ojos.
Seguro que, a estas alturas, muchos de vosotros ya utilizáis el aceite de coco para tratar vuestro cabello de forma natural. Pero este alimento tiene muchos más beneficios.
Este aceite mejora la salud cardiovascular, combate el envejecimiento de las células del cerebro y ayuda a reducir el colesterol. Siempre debéis leer muy bien la etiqueta y comprar aceite de coco virgen, para que conserve sus propiedades originales y tengamos la certeza de que ha sido elaborado de forma saludable.
Pero además de ser bueno para el corazón, el aceite de coco posee propiedades antivirales, fúngicas y antimicrobianas. Ayuda en caso de dermatitis, eccemas y psoriasis.
Por último, este aceite está muy recomendado para perder peso ya que activa el metabolismo y ejerce un efecto termogénico que ayuda a quemar grasa.
Sin duda, el aceite de oliva virgen extra es la base de la dieta mediterránea. Pero además de su increíble sabor cuenta también con muchas propiedades para mejorar nuestra salud. El AOVE resulta muy beneficioso para el aparato digestivo y el hígado ya que reduce la acidez, favorece el tránsito intestinal, mejora el trabajo del hígado, de la vesícula y del páncreas, es antinflamatorio y ayuda en la absorción de nutrientes.
Además el aceite de oliva mejora la salud cardiovascular, reduciendo el colesterol malo y aumentando el bueno.
Este aceite es muy beneficioso para nuestra salud ya que nos aporta una gran cantidad de nutrientes entre los que destacan los ácidos grasos Omega 6, Omega 9 y lecitina, proteínas, calcio, minerales, magnesio, vitamina E y zinc. Esto se traduce en propiedades antioxidantes, emulgentes, analgésicas, saciantes, hidratantes y antinflamatorias. Además, un muy depurativo para el organismo, ayuda a quemar grasas y regula el tránsito intestinal.
Por último, el aceite de sésamo también se utiliza mucho en cosmética natural, ya que es muy beneficioso para la piel. Seguro que encontráis recetas que os ayuden a utilizar este alimento para mejorar vuestra piel.
Si tenéis nociones de cocina sabréis que este aceite destaca porque no tiene sabor y, por tanto, es utilizado para elaborar un montón de recetas y salsas donde queremos sus propiedades, sin que su sabor afecte el plato.
El aceite de girasol es el más rico de todos en Omega 6. Eso sí, debemos consumirlo en frío para aprovechar sus nutrientes principales como la vitamina E. Si lo utilizamos en caliente para freír alimentos no nos ofrece las mismas propiedades, ya que la temperatura elevada de la cocción elimina los nutrientes.
Además, el aceite de girasol es muy beneficioso para nuestra piel ya que protege su barrera natural y tiene un potente poder antinflamatorio.
Redactado por:
Cristina Lucerón