VIDA SALUDABLE - 2 de junio de 2019
El anisakis es la enfermedad que más rápidamente asociamos al consumo pescado crudo en preparaciones como el sushi. Existen, sin embargo, otros riesgos menos conocidos relacionados con el consumo de este típico plato de la gastronomía japonesa de los que apenas se habla y que es importante que conozcas. En este artículo, te comentamos algunos de ellos.
Los metales pesados, en concreto el mercurio, están muy presentes en el atún (muy usado en la comida asiática) debido a la contaminación del mar donde viven estos grandes peces. Estudios recientes relacionan la exposición al mercurio con problemas en el sistema inmunológico, reproductivo y cardiovascular. El atún no es el único pescado afectado, ya que también se ha encontrado la presencia de arsénico, cobre o cobalto en salmones salvajes del norte de Europa.
Otro de los riesgos está provocado por una mala manipulación o higiene en la preparación del plato, que acaba resultando contaminado por toxinas como el bacilo céreo o la salmonella. En concreto, el bacilo céreo presenta un problema añadido y es que, a pesar de que el pescado o el arroz del sushi estén cocinados, sus esporas son resistentes al calor y siguen liberándose mientras el plato esté caliente. Una manera de evitar la proliferación de este bacilo es guardar la comida en la nevera apenas se haya atemperado, una vez hayan transcurrido 2 horas tras su cocinado.
Los síntomas de este bacilo son los comunes de una intoxicación alimentaria: diarrea, fiebre y cólicos abdominales, que suelen desarrollarse dentro de las 72 horas posteriores a la infección. La enfermedad generalmente dura entre cuatro y siete días. La mayoría de las personas se recuperan de esta infección alimentaria sin necesitar ningún tipo de tratamiento; únicamente es necesario estar bien hidratado.
El arsénico en el arroz es otro problema asociado al consumo de sushi, un tóxico presente de modo natural en el arroz y que en nuestro país está regulado según normativa europea en su cultivo. No ocurre así en otros países asiáticos donde su precio es más competitivo y no existe ningún control ambiental en la zona de producción, con lo que la concentración de arsénico puede ser más elevada de lo recomendable. De todos modos, un método para eliminar el arsénico es dejarlo en remojo una noche y luego lavarlo antes de hervirlo.
Es importante que conozcas los riesgos del consumo de sushi, pero también lo es que no renuncies a este sabroso plato de la gastronomía nipona. La probabilidad de enfermar por estas causas es bajísima y los beneficios que su consumo produce son mayores que las desventajas. El pescado azul del sushi aporta una gran cantidad de Omega 3, muy beneficioso para el sistema cardiovascular. También nos nutre de vitaminas (como la A y la D) así como minerales esenciales (calcio, yodo, fósforo…). Y en cuanto al arroz, contiene vitamina D, calcio, fibra, hierro, tiamina y riboflavina, por lo que el sushi es un alimento muy completo que puede formar parte perfectamente de una dieta saludable.
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