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Quien acompaña al que acompaña

VIDA SALUDABLE - 30 de noviembre de 2018

Hoy quiero abordar un tema que tiende a ser olvidado, las personas que acompañan a los pacientes.

Es humano intentar proteger y mimar a aquel que lo está pasando mal por un diagnóstico grave o por un tratamiento duro, pero en muchas ocasiones, nos olvidamos de la persona que acompaña al paciente. ¿Cómo se siente esta persona, está preparada para cuidar de alguien?, ¿conoce las necesidades del paciente?

Normalmente esta “labor” la ejerce un familiar ya que, aunque existen sanitarios dedicados al cuidado del paciente, siempre queda el trabajo en casa, en la familia, con las personas que más cerca tenemos.

El que acompaña se siente solo, impotente, a veces culpable, agobiado, sufre estrés, ansiedad y además, no quiere o no puede expresar todo eso que siente, ni “quejarse” porque él no tiene nada, él está sano y ahora lo más importante es la persona a la que acompaña.


Esto es un error, ya que al igual que en los aviones nos advierten que, en caso de despresurización de la cabina, antes de socorrer a ninguna otra persona, incluso a los niños o personas mayores, primero debemos ponernos nosotros mismos las mascarillas de oxígeno, es fundamental que antes de ayudar o acompañar a un paciente sepamos valorar nuestro estado de salud, tanto físico como mental, ver qué puntos debemos reforzar o cuidar antes de ser acompañantes. Es imposible ser el salvavidas de alguien o ayudar al otro si yo mismo me estoy ahogando.

Además, igual que ocurre con los pacientes, es muy útil y sano saber buscar consuelo en una palabra amiga que haya pasado por la misma situación que nosotros, otro acompañante, otro familiar o amigo de un paciente. Es fundamental desahogarse, mimarse, saber buscar tiempo para uno mismo, cuidarse y coger fuerzas y oxígeno para apoyar a nuestro ser querido que está librando una dura batalla y que sin ninguna duda nos necesita fuertes, llenos de energía y positivismo.

Acompañantes, no desesperéis, armaos de paciencia, no tengáis miedo ni perdáis la calma, todo pasa y juntos se lucha mejor y más fuerte.

Redactado por:

Cristina Lucerón

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