Sensación permanente de cansancio, tristeza sin que exista un motivo aparente, dificultades para dormir, falta de concentración, cambios en los patrones de alimentación. Son algunos de los síntomas más frecuentes de la astenia primaveral, un conjunto de manifestaciones clínicas que se resumen en una palabra: apatía. No está del todo claro cuál es la causa de la astenia primaveral, aunque algunos estudios apuntan que se produce por los cambios que tiene que realizar nuestro organismo para adaptarse al incremento en las horas de luz y al aumento de las temperaturas. Es posible, sin embargo, reducir muchos de sus síntomas siguiendo unos consejos muy simples.
- Establece una rutina para descansar. Dormir bien es la mejor receta para recargar energías y afrontar el día que comienza a pleno rendimiento. Respetar escrupulosamente los patrones de sueño puede ayudarte. Trata de acostarte y despertarte siempre a las mismas horas y acostumbra a hacer descansar a tu cuerpo las horas que necesita, entre siete y ocho.
- Aumenta la actividad física. Parece un contrasentido, pero realizar actividad física, tres o cuatro veces por semana, te ayudará a reducir esa sensación de cansancio permanente que provoca la astenia primaveral. No se trata de que te conviertas en semanas en un atleta de élite, sino de que practiques un ejercicio moderado pero constante. Correr, montar en bicicleta, nadar, practicar yoga o pilates son todas buenas opciones. Tu cuerpo aumentará el flujo de serotonina, la llamada hormona de la felicidad, y hará que tu estado anímico mejore.
- Cuida tu alimentación. Es un consejo que sirve casi para todo. Elige siempre alimentos frescos antes que los ultraprocesados y recurre a frutas y verduras de temporada. Mézclalas y prepáralas como quieras. Una alimentación equilibrada te aportará todos los nutrientes necesarios para mejorar tu tono vital.
- Bebe entre uno y dos litros de agua. No te olvides de hidratarte. El agua es un elemento fundamental para tu organismo. Favorece la función de tus riñones e intestino y depura toxinas. Uno o dos litros al día es suficiente. Elige siempre agua antes que refrescos.
- Sal de casa y disfruta de la calle. Un simple paseo, tomar algo en una terraza, una escapada de fin de semana a la playa o a la montaña te ayudarán a sentirte mejor. Es el momento de aprovechar el aumento de las horas de luz y de las temperaturas.
Nosotros te añadimos un consejo más. Sé paciente y no pierdas la sonrisa. Recuerda que, aunque ahora te sientas mal, los síntomas pasarán y volverás a ser el de siempre. ¡Mucho ánimo!