Qué es el Chi Kung

Chi Kung o Qi Gong significa literalmente el trabajo de la energía y es una práctica tradicional de origen chino que activa la mente y hace que seas consciente de tu propia respiración. Además, se trabaja el cuerpo físicamente con distintos ejercicios para lograr un estado de bienestar completo por dentro y por fuera.

Consiste en realizar movimientos suaves al ritmo de la respiración, manteniendo nuestra atención en esta. El Chi Kung ayuda a tonificar y flexibilizar el cuerpo, favorece la circulación de la sangre, refuerza el sistema inmunitario, armoniza el funcionamiento de los órganos y consigue un mejor equilibrio entre cuerpo y la mente.

Muchas personas estarán pensando que esta técnica se puede parecer al taichí, pero esta última se considera arte marcial que busca labrar la energía para usarla en la lucha después y hacer que la energía fluya por el cuerpo. En cambio, en el Chi Kung no existe una aplicación marcial, ya que los movimientos que se realizan están centrados en mejorar la salud de forma integral.

Según esta técnica, la respiración ideal que deberíamos mantener debería ser: sosegada, suave, profunda, larga, continua, uniforme, lenta y delicada. La práctica del Chi Kung o Qi Gong puede hacerse ser tanto estática como en movimiento, pero, en cualquiera de los casos, es importante estar bien apoyado, manteniendo una posición equilibrada y en contacto con el suelo. De hecho los instructores aconsejan que te imagines que si fueras un árbol, del que nacen unas raíces invisibles, como una prolongación de ti mismo que hace que te unas firmemente a la tierra a través de estas.

Esta técnica aporta múltiples beneficios. En primer lugar proporciona vitalidad, ya que se realizan movimientos circulares, secuenciales y repetitivos lo que hace que fluya la energía vital y se facilite su libre circulación por todo el cuerpo. Por ello, esta técnica es ideal para personas mayores que presenten dificultades para moverse.

Al mismo tiempo, puede ayudar a calmar el estrés porque se intercalan ejercicios pausados y respiraciones profundas con ejercicios de más intensidad, lo que favorece la relajación de las tensiones musculares y ayuda a mantener la mente serena. Esto hace que pueda favorecer el sueño debido a que la tranquilidad mental y el estado de relajación corporal ayudan a conciliar más fácilmente el sueño y, a que éste, sea de mayor calidad. Y es que está comprobado que hacer ejercicio mejora la disposición para dormir.

Además de los anteriores beneficios, puede mejorar la digestión, ya que propicia el buen funcionamiento del sistema gastrointestinal, acelera el metabolismo y regula las contracciones del intestino. Además, muchos problemas intestinales que también se asocian al estrés, que como hemos mencionado se alivia con esta práctica.

A nivel físico, fortalece los músculos del cuerpo: gracias a los ejercicios de tonificación, se ejercitan los músculos sin forzar o bloquear las articulaciones. Como en yoga y pilates, poco a poco verás como te vuelves más flexible y tendrás más fuerza en tus músculos, lo que es esencial para evitar posibles lesiones y caídas.

¡Anímate a practicarlo! Seguro que tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.