MIGRAÑA - 6 de agosto de 2019
Empiezo a ver destellos de luz, no me encuentro bien, me duelen los ojos y justo este sábado tengo comida con mis amigas de la universidad, no podré ir, no podré hacer los planes que realmente me apetecen por este dolor de cabeza.
Si entiendes estas palabras sabrás que estoy hablando de los primeros síntomas de la migraña, una dolencia conocida pero poco reconocida a nivel social que afecta a más del 15% de la población mundial.
Cuando comienzan esos síntomas sabes que en pocas horas estarás sufriendo un ataque de migraña, es decir: un dolor intenso en un lado de la cabeza que puede durar hasta 3 días. Nauseas, vómitos, escalofríos, intolerancia al ruido y a la luz y por último, pero no menos molesto y doloroso, el rechazo social.
Es muy común confundir la migraña con la jaqueca. Muchos desconocen el verdadero significado de estas dos patologías y es bastante habitual escuchar a alguien diciendo que tiene migrañas cuando en realidad y por suerte, desconoce el alcance de esta enfermedad.
Se trata de una dolencia que tendemos a menospreciar, sobre todo los que no nos enfrentamos a ella. La migraña es un enemigo que se hace fuerte por no darle la importancia que se merece. Según la Organización Mundial de la Salud se trata de una de las veinte enfermedades más incapacitantes que existen.
Una compañera que sufre y ha sufrido durante años migrañas me contaba cómo incluso, en una ocasión, temió perder su trabajo porque, tras un episodio fuerte, no podía salir de la cama ni ver la luz y sus jefes no entendían que un “simple” dolor de cabeza le impidiera cumplir con sus obligaciones. Ella consiguió terminar con un largo periodo de migrañas gracias a un tratamiento médico.
Hoy en día, sabe que la migraña le acompañará siempre, cuando el estrés o los nervios aparezcan, la migraña volverá a su vida, pero ha aprendido a vivir con ella, sabe cómo debe actuar y recurre a su médico cuando sabe que tiene que hacerlo.
Muchas personas se “acostumbran” al dolor y nunca recurren al especialista para tratar esta dolencia, porque ellos mismos, arrastrados por la opinión de la sociedad, le restan importancia a su enfermedad, esto es un error ya que, aunque no existe cura directa contra la migraña, sí que existen muchos tratamientos que nos harán la vida más fácil y nos ayudarán a ganar la batalla del día a día.
Redactado por:
Cristina Lucerón