¿Cómo prepararte para el cambio de hora?

Como todos los años, cuando se acerca la primavera, debemos adelantar una hora el reloj. Este desajuste puede afectar a nuestro metabolismo hasta que, de nuevo, nos volvemos a habituar. Desde Conectando Pacientes queremos darte algunos consejos para que este cambio no te pase factura.

• Lo ideal sería realizar un ajuste paulatino de la hora e ir cambiándola, aproximadamente, 15 minutos al día durante los 4 días previos al cambio horario para que casi no se note. De esta manera iremos adecuando los hábitos ligados a las horas de una forma más espaciada.
   
• Los días previos al cambio de hora intenta descansar, comer de forma saludable y hacer algo de ejercicio con luz solar abundante, mejor si es por la mañana o a primera hora de la tarde, ya que mejora los ritmos del cerebro. Y es que el incremento de horas de luz provoca que los horarios de levantarse y acostarse varíen, lo que altera la estabilidad de nuestro organismo. Por ello, la llamada terapia lumínica puede ayudar a contrarrestar los efectos de este cambio de horario. Basta con exponerse a la luz durante las horas de día y tratar de evitar la iluminación brillante de televisores, móviles y ordenadores cuando haya oscuridad en la calle.
   
• Haz pequeños reposos a lo largo del día. No tienen por qué ser siestas, pero sí descansos entre horas para que llegues con más energía a la tarde.
   
• Durante los días previos se recomienda acostarse un poco antes para ir adaptándose al nuevo horario. Si tienes dificultad para dormir cuando hay luz por la noche, puedes usar un antifaz o en casos más prolongados tomar melatonina, un suplemento natural similar a la hormona naturalmente producida por el cuerpo, que ayuda a combatir el insomnio.
   
• No cambies los horarios de tus comidas a pesar de la luz solar. Seguro que muchos días cenarás con sol, pero si esperas a que anochezca, cenarás demasiado tarde lo que te impedirá conciliar el sueño.
   
• Algunos alimentos te pueden ayudar a la adaptación horaria, como los frutos secos o el plátano que, gracias a su contenido en magnesio y tomados por la tarde/noche, preparan el cuerpo para irse a la cama y descansar.
   
• El día previo al cambio de hora evita tomar cafeína, alcohol y las comidas pesadas y procura beber suficiente agua para que el cuerpo esté bien hidratado.
   

Durante los primeros días tras el cambio horario, tanto en otoño como en primavera, mucha gente presenta los siguientes síntomas: problemas para dormir o despertarse, cansancio durante el día, confusión, sensación general de agotamiento, dolor de cabeza, irritabilidad, molestias digestivas y dolores musculares. Los pequeños y mayores de la familia son los más sensibles ante el cambio de hora y es probable que noten más la modificación de sus rutinas y que estén más inquietos durante unos días, pero poco a poco se irán habituando al aumento de las horas de luz. Tómatelo con calma y antes de que te des cuenta recuperarás la normalidad.