La hipertensión de bata blanca

‘Tengo hipertensión de bata blanca’. Quizá hayas escuchado esta frase a algún amigo o conocido, o incluso puede que sea tu caso. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente con este término? En el presente artículo intentaremos resolverlo.

La hipertensión arterial se define como los valores de tensión mayores o iguales a 140/90 obtenidos en, al menos, dos mediciones hechas en diferentes días y realizadas de manera correcta. Pero, ¿qué ocurre si una persona mantiene unas cifras de tensión correctas en las mediciones que lleva a cabo en su casa pero en consulta o en el hospital tiene cifras mucho más altas?

Ante una situación como la que se describe, podríamos estar ante una ‘hipertensión de bata blanca’, que no es más que la elevación de las cifras tensionales en entornos sanitarios. La explicación más aceptada para esta situación tiene que ver con el estrés que pueden padecer algunas personas cuando van a una consulta con personal sanitario.

Entonces, si la hipertensión se puede definir como cifras elevadas en al menos dos tomas en días diferentes, ¿se puede diagnosticar a una persona con esta enfermedad, aunque tenga hipertensión de bata blanca? La respuesta es que, por suerte, existen métodos muy sencillos para saber si estamos ante esta situación, y, en general, para obtener datos de tensión arterial fiables.

En general, ante un probable diagnóstico de hipertensión, se debe confirmar midiendo los valores durante dos o tres semanas en el domicilio del paciente durante varios momentos del día ¿Cómo hacerlo? Un método que resulta útil es medir la tensión en tres ocasiones. Para ello, el paciente se deberá sentar tranquilamente y esperar unos tres minutos. Acto seguido, deberá tomarse la tensión y apuntarla, repitiendo este procedimiento en otras dos ocasiones con un intervalo de entre tres y cinco minutos entre cada medición. Una vez hecho esto, descartará el primer valor y apuntará los dos valores siguientes. Esta medición también se podrá repetir durante otro momento del día (por la tarde, por ejemplo, si hemos anotado los valores de la mañana), ya que en algunas personas los valores tensionales pueden variar según el momento del día.

Una vez que el paciente ha recogido estas cifras tensionales a diario durante dos o tres semanas, podrá llevárselos al médico, quien podrá hacerse una idea mucho más exacta de si el paciente padece o no hipertensión, siendo estas mediciones de vital importante en caso de que se sospeche una hipertensión de bata blanca.

Otro método al que los facultativos recurren en ocasiones es el llamado ‘MAPA’, acrónimo de ‘Monitorización Ambulatoria de la Presión Arterial’, también conocido como ‘Holter de tensión arterial’. Se trata de un manguito que se infla automáticamente cada 15 o 30 minutos generalmente, registrando los valores de tensión de un paciente durante 24 horas, incluyendo la noche; es otra forma muy fiable de reducir la interferencia que puede, en ocasiones, ocasionar la hipertensión de bata blanca o las cifras de tensión puntualmente altas durante el día.

Por tanto, a pesar de que la hipertensión de bata blanca pueda parecer un problema importante para algunos pacientes, es una situación bastante común frente a la cual se pueden llevar a cabo estrategias para minimizar su impacto en la valoración de las cifras de tensión de los pacientes.