Cinco claves para preparar tu espacio para teletrabajar y evitar lesiones

Si para algo está sirviendo la crisis del coronavirus en España, es para la generalización y normalización de una vez por todas del teletrabajo. Como todo gran cambio, requiere de un proceso de adaptación para que resulte lo más productivo y suponga el menor trastorno posible.

En muchas ocasiones, no contamos en nuestro hogar con un espacio adaptado para realizar en él nuestra jornada laboral, máxime si convivimos con más personas que también teletrabajan o con niños y adolescentes que tienen que seguir sus clases de manera telemática. Sin embargo, encontrar un rincón en el que desarrollar nuestro trabajo de manera eficiente y que esté adaptado para que no nos traiga consigo problemas de salud, resulta más vital que nunca.

Por ello, en este post te traemos 5 claves que has de tener en cuenta a la hora de habilitarte un espacio de trabajo saludable en tu propia casa en el que poder teletrabajar y evitar lesiones:

1. En primer lugar, hay que elegir bien el rincón en el que te vayas a instalar. En la medida de lo posible este debe tener una buena ventilación y contar con una ventana o puerta por la que entre la luz natural. Es preferible que esté lo más alejado posible del salón, para mantenernos aislados del resto de las personas con las que convivimos y no convertir nuestros espacios de ocio en nuestra oficina y poder así desconectar del trabajo fuera de nuestra jornada laboral.
    
2. Una vez escogido el espacio que vas a utilizar, también hay que tener en cuenta la superficie sobre la que vas a trabajar. Esta ha de ser lo suficientemente grande como para que quepas sentado en una silla con los codos apoyados. Además, también tiene que haber espacio para colocar tus herramientas de trabajo sin que sientas una sensación de agobio. Por debajo, también tiene que permitirte mover las piernas con libertad para que puedas acomodarte perfectamente.
    
3. La silla es el pilar básico de una buena salud postural, con ella podremos evitar muchas lesiones de espalda, de rodilla, de codo o de muñeca y hará que la jornada laboral sea muchos más llevadera. Lo deseable sería que la silla fuera de oficina, con cinco apoyos en el suelo y ruedas para facilitar nuestros movimientos, con reposabrazos, reclinable y regulable para poder adaptar la altura a la que nos debe quedar la mesa, unos centímetros por encima del ombligo. Como es posible que no contemos con una silla que cumpla todos estos requisitos, nos podemos ayudar de elementos como libros o cojines para adaptarla.
    
4. Para evitar forzar la vista, también tienes que cuidar la iluminación que utilices. Es muy bueno contar con una entrada de luz natural, pero esta no debe hacerlo de manera directa y es importante evitar los reflejos. Para ello nos podemos servir de cortinas o estores que disipen la luz.
   
   Además, debemos contar con una o dos fuentes de luz artificial dependiendo de la hora del día y de la necesidad de luz. Una lampara de techo o de pie, para la luz ambiental, y una de mesa que ilumine bien la superficie sobre la que trabajamos y elimine las sombras.
    
5. Como os decíamos unos puntos más arriba, desconectar del trabajo una vez terminada la jornada laboral es tan importante, o más, que tener un puesto de trabajo adecuado. Al ser posible, ubica tu rincón de trabajo en una estancia totalmente diferente a la que utilices durante tus ratos de ocio, de no serlo, trata de recogerlo para no tenerlo presente en tu tiempo libre. Una vez terminada tu jornada, desconecta el ordenador y el móvil para no consultar los mensajes de trabajo y dedicarlos al 100% a otras actividades.