Día Mundial del Parkinson: Señales Invisibles, más allá de los temblores

Un año más, el 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson una patología neurodegenerativa, crónica e invalidante, que afecta a 160.000 personas en España y a más de 7 millones de personas en todo el mundo.

Cuando hablamos de Parkinson, a todo el mundo se nos vienen a la cabeza los temblores incontrolables con los que tienen que vivir aquellas personan que lo padecen, sin embargo, también se desarrollan muchos otros síntomas que en ocasiones son desconocidos, las llamadas señales invisibles del Parkinson.

Para dar visibilidad a estas señales invisibles de la patología, y con motivo del Día Mundial del Parkinson, la Federación Española de Parkinson y las asociaciones de Parkinson de España han lanzado la campaña #SeñalesInvisibles, haciendo especial hincapié en la alteración de la escritura.

Además de las dificultades para expresarse de manera escrita, algunas de estas señales invisibles de la enfermedad de Parkinson son: los trastornos del sueño, los trastornos afectivos o la depresión, que se suman a otros problemas de comunicación que también puede generar como son las alteraciones del habla (bajando el tono de voz habitual o hablando demasiado rápido en ocasiones), sufriendo rigidez facial o sintiendo inseguridad y teniendo dudas antes de tomar la palabra.

Estos problemas de comunicación ponen a la persona en una situación de vulnerabilidad, por eso, desde la Federación Española de Parkinson y las asociaciones colaboradoras, proponen situarse del lado de las personas que padecen la enfermedad, animando a quien quiera a compartir en sus redes sociales algún mensaje en el que falten letras con la etiqueta #SeñalesInvisibles. A las entidades que quieran colaborar, les invitan a modificar su logo de alguna forma.

Los síntomas a través de los que se presenta la patología se pueden dividir en dos grandes grupos, los motores y los no motores. En el primer grupo, encontramos quizá los más conocidos y visibles: los temblores en reposo; la rigidez muscular, la inestabilidad postural, problemas de equilibrio o el enlentecimiento de los movimientos. Mientras que, en la segunda división, se engloban gran parte de estas señales invisibles en las que se quiere poner el foco este año como son: los trastornos afectivos, problemas de sueño, alucinaciones y delirios, demencia, disfagia, náusea, dolor, alteraciones visuales y fatiga, entre otros.

Un mayor conocimiento de la enfermedad de Parkinson ayuda a la inclusión social, laboral y familiar de las personas que lo padecen. Iniciativas como esta sirven sobremanera a los pacientes para no sentirse solos y diferentes, y suponen un gran apoyo de las personas más cercanas, que están siempre a su lado acompañándolos en el día a día.