Cómo perdí el miedo al dentista

Tengo que reconocer que pedir cita para ir al dentista me daba bastante pereza. Nunca he tenido demasiados problemas dentales, pero cuando la muela 45 decidió irse de casa tuve que plantearme la búsqueda de un odontólogo con carácter urgente.

No os vayáis a pensar que se me cayó la muela sin más. El problema fue que hace como 10 años acudí a una clínica no muy buena en la que después de varias visitas y una endodoncia bastante lamentable, le cogí tanto miedo, lo pasé tan mal y sufrí tanto que durante años he evitado repetir esa experiencia.

Pues bien, 10 años después y llegados a este punto post- fuga, una de las cosas más importantes para dejar atrás la pereza es la localización de la clínica. Lo ideal sería buscarla o cerca del trabajo o cerca de casa pensé, así que, en mi caso, encontré la clínica perfecta al lado de casa y con muy buenos profesionales.

Las primeras visitas fueron fáciles, limpieza, extracción, caries, una puesta a punto en toda regla, pero después llegó la reconstrucción de la muela tránsfuga, el mayor de los retos a los que me enfrentaba. Tengo que reconocer que mi odontóloga es una profesional y apenas he sentido molestias después de las consultas. El trabajo de estos médicos es todo un arte, no sólo preparan la encía y lo que queda de tu muela original para la llegada de la nueva pieza, sino que, además, esculpen literalmente un muñón que servirá de apoyo para la esperada corona.

A falta de una consulta para terminar mis tratamientos, no solamente he recuperado mi salud dental, sino que también me siento más segura de mi misma, orgullosa de mi boca, por qué no decirlo, y con muchas más ganas, si cabe, de cuidar mi higiene dental para que el dinero que he invertido dure muchos años.

Así que ya sabéis si sufrís alguna dolencia bucodental y lleváis un tiempo aplazando esa visita al dentista, por pereza, por economía o por miedo a los tratamientos y al dolor, adelante, buscad la clínica que mejor os venga y no pospongáis por más tiempo vuestra salud bucodental ya que, cuánto más tiempo dejéis pasar, peor estará vuestra dentadura, más complicados serán los tratamientos a los que os debéis someter y por tanto mayor será la inversión económica.