COLESTEROL - 28 de enero de 2019
El análisis de sangre es el método de diagnóstico más utilizado hasta ahora para detectar la hipercolesterolemia, una patología que afecta a entre el 30% y el 50% de la población española. Y decimos hasta ahora porque investigadores de la Universidad de Navarra acaban de descubrir un nuevo método diagnóstico que nos podría alertar sobre la presencia de niveles altos de colesterol en nuestra sangre a través de un estudio del iris. Los científicos de la Universidad de Navarra han comprobado que existe una relación entre las alteraciones que puede sufrir el iris del ojo y la aparición de hipercolesterolemia. Te contamos en qué consiste su hallazgo.
Es muy probable que nunca hayas oído hablar del arco senil. También llamado geróntoxons, el arco senil es una opacidad de color grisáceo que se presenta en la orilla de la córnea. Este arco puede ser identificativo de niveles altos de colesterol al acumular depósitos de grasa en el ojo. Normalmente, este cúmulo de lípidos se presenta como un arco, sin embargo, en los casos más extremos, puede llegar a transformarse en un anillo completo alrededor del iris. Con carácter general, el arco senil no afecta a la visión y, en la mayoría de los casos, ni siquiera requiere de tratamiento.
Esta opacidad en la orilla de la córnea suele estar presente en el iris de la mayoría de las personas mayores de ochenta años, y es resultado de un proceso normal de envejecimiento. El estudio realizado por los investigadores de la Clínica Universidad de Navarra ha comprobado, sin embargo, la existencia de este arco senil en el iris de pacientes que ni siquiera llegaban a los 45 años de edad y que, tras una confirmación diagnóstica, padecían hipercolesterolemia familiar, un tipo de colesterol ligado a la herencia genética.
Los científicos navarros señalan que la presencia del arco senil en el iris es un síntoma de sospecha de altos niveles de colesterol, pero no es una prueba diagnóstica definitiva. Es posible, de hecho, que algunas personas, tanto de edad avanzada como jóvenes, presenten acumulación de lípidos en el iris sin que tengan altos niveles de colesterol en sangre. El estudio concluye que el descubrimiento del arco senil como indicativo de hipercolesterolemia es un gran avance médico. Sus autores recomiendan de hecho acudir periódicamente al oftalmólogo para mantener una buena salud ocular. Un ojo enfermo puede alertarnos también de la presencia de otras patologías en el organismo.
Nuestro consejo es que evites tener que llegar a un diagnóstico. Como te hemos contado en otros artículos, una alimentación equilibrada y sin grasas saturadas es la mejor garantía para prevenir el colesterol. La dieta mediterránea es la idónea porque su aporte de grasas proviene fundamentalmente de los ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas. También es importante el consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas. Completar la dieta con un programa de ejercicio aeróbico, a intensidad moderada y entre tres y cinco veces por semana aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos.
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