Cápsula endoscópica, un nuevo método para el diagnóstico del Crohn

Una de las dificultades de la enfermedad de Crohn es su diagnóstico. Como comparte síntomas con otras patologías intestinales inflamatorias, es frecuente que se confunda con ellas, incluso aunque recurramos a métodos como la endoscopia o la colonoscopia. La cápsula endoscópica, una nueva técnica diagnóstica, aporta grandes ventajas en el diagnóstico de la patología.
 

¿En qué consiste?

La cápsula endoscópica es una pequeña píldora que esconde una cámara en su interior y que, al ingerirla, permite ver con detalle el interior del intestino y del colon gracias a la ayuda de un monitor. Este método diagnóstico no necesita anestesia y permite al paciente realizar una vida absolutamente normal. El protocolo habitual ante la sospecha de enfermedad de Crohn es recurrir primero a las endoscopias tradicionales y, solo en caso de duda, utilizar la cápsula para verificar o desechar esta patología.
 

Las ventajas

La técnica de la cápsula endoscópica permite al clínico visionar las imágenes en cualquier momento, no tiene por qué ser en tiempo real, y avanzar o retroceder para valorar posibles lesiones, lo que facilita un diagnóstico mucho más certero.

Resulta además especialmente útil para detectar casos de sangrado en el intestino delgado. Y es ahí donde su empleo para el Crohn puede resultar especialmente eficaz. Hasta hace poco tiempo se pensaba que esta patología afectaba casi en exclusiva al intestino grueso, pero en la actualidad cada vez es más frecuente que comprometa también al delgado.

Por lo que respecta al colon, esta técnica resulta muy recomendable para pacientes con pólipos que no soportan bien las colonoscopias.

En resumen, la cápsula endoscópica es un método diagnóstico seguro, indoloro y eficaz que ha venido para quedarse.