Pautas para relajarse en la oficina

Las largas jornadas de trabajo en la oficina, sentado frente a una pantalla de ordenador, recibiendo y ejecutando órdenes, siempre con prisa, incrementan en muchas ocasiones nuestros niveles de estrés y ansiedad. Te ofrecemos unas sencillas pautas aprender a relajar su cuerpo y también tu espíritu. No te arrepentirás.
 

Adopta la postura correcta

Si pasamos mucho tiempo sentados o mucho tiempo de pie, siempre se recomienda adoptar una buena posición para prevenir lesiones musculoesqueléticas. Quizá te de vergüenza pero los consejos que te ofrecemos son fáciles de llevar a la práctica y muy útiles. Te animamos a que los pruebes.

1. Extiende los brazos y entrecruza las manos con las palmas hacia afuera. Estira ahora los brazos al máximo a la altura de los hombros y súbelos hasta que queden alineados con la cabeza. Mantén esta posición unos segundos.
2. Cruza tus manos detrás de la nuca e inclina la cabeza hacia derecha e izquierda y hacia atrás y adelante.
3. Coge con la mano derecha el codo izquierdo y empujalo llevando el brazo hacia el pecho. En esta posición, inclina la cabeza a izquierda y derecha. Repite después cambiando de brazo.

Aprende a relajar tus ojos

Si pasas muchas horas delante de una pantalla de ordenador, habrás notado más de una vez cómo tu vista se cansa. La combinación de distintos soportes –ordenador, tabletas y teléfonos móviles—incrementa aún más la sensación de fatiga ocular. El ejercicio que te proponemos ayudará a que te relajes y, además, tiene la ventaja de que puedes repetirlo varias veces al día.

Si usas gafas, quítatelas un momento. Cierra ahora los párpados y dibuja con tus ojos el símbolo del infinito en un sentido. Repítelo diez veces primero hacia un lado y luego hacia el otro.

Relaja tu espírutu

Además de tu cuerpo es importante que relajes también tu espíritu. El estrés y la ansiedad son uno de nuestros peores males en el trabajo, pero es posible controlaros o disminuirlos. Te invitamos a que sigas estas pautas de relajación. Bastará con que te tomes una pequeña pausa de cinco minutos.

1. Cierra los ojos, inspira y expira profundamente. Ahora, respira lentamente mientras visualizas las distintas partes de tu cuerpo. Si cierras los ojos te resultará más sencillo.
2. Practica la llamada respiración yógica o diafragmática. Al principio puede resultarte complicada pero es solo cuestión de tiempo. Inspira profundamente hasta que tu vientre se hinche, luego contrae el abdomen y expulsa el aire muy lentamente. Este modo de respirar está especialmente recomendado para mitigar los dolores de estómago, a menudo, asociados al estrés.
3. Tómate otra pausa a lo largo del día para escuchar música relajante. Si cierras los ojos y te imaginas en el lugar idóneo mucho mejor. Deja volar tu imaginación, busca tu sitio favorito. Verás cómo cuando regreses te sientes más relajado.

La salud de nuestro cuerpo y nuestra mente están íntimamente relacionadas. No olvides que cumplir con la legendaria cita latina Mens sana in corpore sano no solo es posible sino también deseable ¡y más en el trabajo!