VIDA SALUDABLE - 26 de abril de 2019
Desde hace unos años sufro muchas molestias digestivas, malas digestiones, ardor, acidez, bilis, gases…
Tras consultar con un especialista, éste me recomendó realizarme una endoscopia digestiva alta para comprobar el estado, tanto de mi esófago, como de mi estómago. Los resultados fueron bastante malos, hernia de hiato, gastritis crónica, esofagitis, en definitiva, un cuadro bastante grave cuya única solución era la cirugía.
Tras acudir a consulta con los resultados, el médico me explicó la operación, me habló de los riesgos, pero sobre todo de los beneficios y del carácter urgente de la intervención.
Cómo os podéis imaginar, me quedé bastante preocupada e indecisa, si decidía operarme me iban a realizar una cirugía muy complicada y mi estómago nunca volvería a ser el mismo, en cambio, si no me operaba, según los médicos, me podría enfrentar, a medio plazo, a un cáncer de estómago entre otras muchas patologías, nada deseables, evidentemente.
En ese momento decidí pedir una segunda opinión, un mes después me volví a realizar todas las pruebas en otra clínica y sin decirles nada del anterior diagnóstico. Mi sorpresa vino cuando en las pruebas no salía nada de todo lo que me habían dicho en el primer especialista. Si, tenía algo de gastritis, pero no crónica, no había rastro de una hernia de hiato y todo estaba dentro de la normalidad, biopsias incluidas. El doctor me recomendó variar mi dieta, evitando algunos alimentos por la noche, para facilitar las digestiones y en general llevar una alimentación más sana.
No podía entender cómo dos profesionales tenían opiniones tan diferentes, basándose en las mismas pruebas y con tan solo un mes de diferencia.
Pues bien, como os podéis imaginar no me operé, cambié mi dieta, y me encuentro mejor.
Meses después de la segunda consulta, decidí volver a consultar motivada por la preocupación de que el primer médico tuviera algo de razón, así que pedí una tercera opinión. De nuevo, todas las pruebas que me realicé en la clínica número tres me salieron completamente normales. Así que me quedé mucho más tranquila.
En mi opinión, es recomendable consultar varias opiniones de especialistas antes de tomar una decisión tan importante como una cirugía de estómago en una persona joven. Todos los médicos son profesionales en su campo, pero es mejor contrastar la información con varios especialistas para estar 100% seguros con nuestra decisión.
Hoy por hoy he variado mi alimentación y me encuentro mejor. A veces me salto las indicaciones y noto que mis digestiones son más lentas y pesadas, pero por lo general, evito los excesos y por supuesto, cada año, vuelvo a hacerme una revisión para comprobar que todo está bien.
Redactado por:
Cristina Lucerón