Helados de verano: ¿Una buena opción? Cuántos y cómo hacerlos más saludables

Seguramente al leer el título de este artículo, hayas pensado: “Oh, qué bien, ¡helados sanos que no engorden!” o algo similar. Y sabías que… ¿prohibirse alimentos como, por ejemplo, helados industriales, provoca que aumente paradójicamente la ansiedad por comerlos?

Al periodo de vacaciones se suman las reuniones sociales, las terrazas, los restaurantes, los viajes y en general, los momentos de disfrute asociados a la comida. Este cambio de rutina suele dispararnos el temor a una posible ganancia de peso, y para evitarlo frecuentemente intentamos controlar lo que comemos y nos prohibimos ciertos alimentos. Y este se trata de uno de los errores principales.

¿Qué podemos hacer? ¡Flexibilizar!

Te proponemos dos vías para regular la ingesta de helados (como podría pasar con otro alimento):

1. Regular su frecuencia de consumo siendo más “selectos”. Ejemplo, aunque del calor me apetezca comerme 1 helado diario en casa, procurar reducir su ingesta a momentos puntuales como en los que veo una heladería y me apetece, por ejemplo. Para los hábitos diarios o rutinarios, pasar a la vía 2.
    
2. Versionar recetas industriales por saludables. Los supermercados y tiendas, a día de hoy, no tienen apenas gama de helados, batidos o granizados saludables. Por lo que una opción puede ser hacerlos en casa y adaptar la alimentación al contexto de verano, es decir, hace calor y, por ende, quiero cosas fresquitas.

¿Cómo los versionamos?

Para cualquier elaboración, puedes usar fruta para aportar dulzor y diferentes sabores. Si lo quieres en más formato granizado con mezclarlo con agua, será suficiente. Si los queremos en formato helado, deberemos mezclarlo con un yogur o queso batido. En caso de buscarlo cremoso, podemos utilizar lácteos enteros. Ten en cuenta que para helados cremosos van mejor plátano, frutos del bosque, mango, albaricoque… Mientras que las cerezas, kiwi, sandía, melón o piña aportarán mucha agua (irán mejor para polos) pero no serán cremosos.

Si queremos una receta vegana, se pueden hacer con yogures de soja o de coco. Y si eres de los que les gusta mucho el dulce, puedes recubrirlos con chocolate negro fundido y añadir toppings como frutos secos machacados para encontrar esa textura crujiente.

Una vez hecha la masa, ponla en moldes, pincha con un palo de silicona o madera y mételos al congelador. Cuando compres esos moldes y palos, busca que sean aptos para ello. Los venden en muchas tiendas y comercios tanto físicos como online.

Una vez ya tienes las claves, te dejamos varias opciones y recetas para empezar a ponerlo en práctica.

• Para bebidas, puedes hacer algunas como estas:
  • Leche merengada: https://www.alimentacion3s.com/receta/leche-merengada-3s/
  • Granizado de sandía: https://www.alimentacion3s.com/receta/bebida-refrescante-de-sandia/
     
• Para batidos, puedes usar frutas como base, te dejamos ejemplos:
  • Smoothie de frutos del bosque: https://www.alimentacion3s.com/receta/batido-de-frutas/
  • Green smoothie: https://www.alimentacion3s.com/receta/green-smoothie/
     
• Para helados, puedes hacerlo más o menos dulces:
  • Helado de fruta y chocolate: https://www.alimentacion3s.com/receta/helado-de-fruta-y-chocolate/
  • Helado cremoso: https://www.alimentacion3s.com/receta/helado-cremoso-de-yogur-y-frutos-del-bosque/

Todas estas ideas gustan tanto a adultos como a niños. Son una opción estupenda de aumentar la ingesta de fruta además y el paladar suele disfrutarlos mucho. ¡Esperamos que te gusten!

Más información en: https://www.alimentacion3s.com/?_ga=2.153932209.865310943.1648449478-20183090.1637496973