VIDA SALUDABLE - 3 de marzo de 2023
Los españoles dedican entre seis y nueve horas semanales a limpiar la casa según el INE, lo que equivale a más de un año de sus vidas. Tras la pandemia, con la llegada de la nueva normalidad, estos datos se han incrementado, ya que ahora las personas son mucho más conscientes de la necesidad de mantener un ambiente limpio y sin bacterias para evitar cualquier tipo de virus.
Todas las zonas de nuestros hogares merecen una atención en lo que a limpieza se refiere, pero existen estancias determinadas que requieren una limpieza diaria para convertirlos en espacios seguros libres de virus y bacterias. Entre ellos encontramos la cocina, el baño y el salón.
La cocina es uno de los principales focos de infección y una de las zonas de la casa que debería de requerir más atención ya que en ella es donde manipulamos todos los alimentos que después vamos a ingerir. Es una de las estancias donde los españoles pasamos más tiempo, principalmente cocinando. Además, la cocina en nuestro país también supone un lugar de reuniones durante quedadas con amigos o comidas familiares, por lo que la limpieza de este lugar es fundamental para evitar que las bacterias que se quedan en las superficies puedan pasar a la comida.
Por otro lado, el baño es el lugar de la casa más propenso a acumular gérmenes con mayor rapidez. Tanto el inodoro, el lavabo como la ducha los utilizamos para limpieza personal, eliminar olores corporales y bacterias, por lo que no limpiar estos lugares a diario puede suponer una acumulación peligrosa de gérmenes. La limpieza de esta estancia es algo más complicada que en el resto de las habitaciones ya que se debe realizar a fondo y con detenimiento para evitar la llegada de hongos por la humedad, además de bacterias.
Tanto el salón como las zonas de paso también merecen atención en cuanto a lo que a limpieza refiere. Entrar a casa con zapatos sucios puede esparcir los gérmenes y bacterias que hemos traído de la calle. Se recomienda el uso de toallitas húmedas para limpiar zapatos o quitárnoslos antes de andar por toda la casa. De la misma forma, si lo primero que hacemos al llegar es lavarnos las manos antes de tocar cualquier objeto o superficie, estaremos evitando en gran medida las posibilidades de contagio.
Existen otro tipo de beneficios que experimentamos cuando vivimos en una casa limpia, desinfectada y libre de bacterias, entre ellos: reducir las alergias, reducir el estrés, prevenir la aparición de plagas, beneficiar nuestra salud mental, reducir el riesgo de lesiones, eliminar problemas de insomnio, mejorar los desajustes hormonales, adquirir sensación de calma y mejorar nuestro estado de ánimo y motivación.
Fuente:
Redactado por:
Conectando Pacientes