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Guía para viajar seguro al extranjero

VIDA SALUDABLE - 15 de agosto de 2018

¿Tienes previsto viajar a un país exótico este verano? Si la respuesta es si, no está de más que tengas en cuenta algunas cuestiones mientras planificas tu viaje. El Ministerio de Sanidad recuerda que los riesgos sanitarios asociados en países en desarrollo son mayores para bebés y niños, mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas o con enfermedades crónicas. Precisamente por eso, las autoridades sanitarias aconsejan a quienes opten por estos países acudir a un centro especializado en medicina del viajero entre cuatro y ocho semanas antes de la salida para garantizarse una estancia sin riesgos. Si ya no estás a tiempo, no te preocupes; también podrás beneficiarte de una consulta de última hora, incluso el día de tu salida. Esta pequeña guía te ayudará a viajar seguro.

Es relativamente frecuente que experimentes cambios de altitud, temperatura y humedad que pueden pasar factura a tu salud. Algunos de los más frecuentes son los siguientes:

Cuidado con los cambios de altitud. La presión barométrica disminuye al aumentar la altitud. Esta situación reducirá tu capacidad respiratoria y tu cuerpo requerirá al menos de unos días para aclimatarse. Aun así, los viajes a altitudes elevadas solo están contraindicados en algunas afecciones. Entre las más frecuentes, se incluyen angina inestable, hipertensión pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) grave y anemia falciforme. Los pacientes con enfermedad coronaria estable, hipertensión, diabetes, asma, EPOC leve y las mujeres embarazadas suelen tolerar bien la altitud.
 

Cambios de temperatura y alta humedad. Las oscilaciones repentinas de temperatura y humedad pueden tener efectos adversos para la salud. La exposición a altas temperaturas y humedad originan pérdida de agua y sales minerales y pueden provocarte extenuación por calor y golpes de calor.
 

Controla tu exposición al sol. La radiación ultravioleta, especialmente la UVB, puede producir quemaduras solares e insolaciones graves. El sol puede ser tu aliado o tu enemigo. Si tienes la piel clara, debes tener especial cuidado con la exposición al sol tanto en la piel como en los ojos.
 

Extrema la precaución con el agua y los alimentos. Muchas enfermedades infecciosas importantes se transmiten a través del agua y de los alimentos contaminados. Por citar solo las más frecuentes, el caso del cólera, criptosporidiosis, cyclosporidiasis, giardiasis, hepatitis A y E, listeriosis, campylobacteriosis, salmonellosis incluyendo fiebre tifoidea, y shigelosis. Para los viajeros, el principal problema sanitario asociado con el agua y los alimentos contaminados es la diarrea del viajero. La diarrea puede afectar hasta al 80% de los viajeros en los destinos de alto riesgo. Puedes reducir sus riesgos si tomas en consideración los siguientes consejos:

  • Evita los alimentos que se hayan mantenido a temperatura ambiente durante varias horas. Es el caso de la comida en los buffets no cubierta o la comida callejera o de vendedores ambulantes.
  • No ingieras alimentos crudos, aparte de fruta y vegetales, que puedan ser pelados o sin cáscara, y evita también frutas con la piel dañada.
  • Come solo alimentos que han sido cocinados totalmente y todavía estén calientes.
  • Evita el hielo, a no ser que esté hecho con agua segura.
  • No tomes alimentos que contengan huevos crudos o poco cocinados.
  • Evita lavarte los dientes con agua que no sea segura.
  • En los países donde el pescado y el marisco puede contener biotoxinas venenosas, debes solicitar consejo local.
  • Lávate las manos con agua y jabón antes de preparar o consumir alimentos.
  • Hierve el agua para beber si tienes dudas sobre su calidad.
  • Las bebidas frías embotelladas o envasadas normalmente son seguras siempre que estén bien cerradas.
  • Las bebidas o comida que estén cocinados a más de 60ºC son generalmente seguras.
     

Cuidate de las picaduras de los insectos. Estos animales representan un vector importante en la transmisión de muchas enfermedades infecciosas. Los mosquitos y las moscas hematófagas son insectos vectores de enfermedades, mientras que las garrapatas y ciertos caracoles acuáticos participan en el ciclo vital y de transmisión de enfermedades. Capítulo aparte merece el Paludismo o malaria, una enfermedad muy extendida que afecta a prácticamente todos los países tropicales. Se transmite a través de la picadura de un mosquito (Anopheles), y dado que esta enfermedad puede resultar grave, e incluso mortal, es importante que puedas prevenirla. Al no existir en la actualidad una vacuna eficaz, la profilaxis se basará en la conjunción de las siguientes medidas:

  • Debes ser consciente del riesgo y conocer el periodo de incubación, los principales síntomas y la posibilidad de inicios de la enfermedad tardíos.
  • Evita las picaduras de mosquitos, especialmente, entre el anochecer y el amanecer.
  • Toma medicamentos contra el paludismo, cuando sea necesario, para evitar que la infección progrese llegando a manifestaciones clínicas de la enfermedad.
  • Consulta inmediatamente con el médico para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuados.
  • Evitar la picadura del mosquito.
     

Recuerda que algunas vacunaciones son obligatorias. Algunas inmunizaciones están sometidas a reglamentación internacional y te las pueden exigir las autoridades locales del país que se visita. Es importante que, en estos casos, viajes con un Certificado Internacional de Vacunación. Este tipo de vacunación solo se administra en los Centros de Vacunación Internacional autorizados y aprobados por la Organización Mundial de la Salud, en donde se proporciona el Certificado Internacional de Vacunación.

Es el momento de hacer la maleta. Viajar seguro parece complicado, pero no lo es tanto. Solo tienes que seguir esta guía y dejarte llevar por la aventura del viaje. ¡Disfrútalo!

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