VIDA SALUDABLE - 21 de octubre de 2022
A medida que pasan los años, adultos y personas de tercera edad viven la pérdida de muchas de sus capacidades de forma progresiva. Algo natural e inevitable, no obstante, siempre debemos de buscar el envejecimiento activo. ¿Qué es esto? Hablamos de una forma de cumplir años a la vez que cuidamos nuestra calidad de vida, mejoramos nuestro bienestar y optimizamos nuestras habilidades, tengamos la edad que tengamos.
Como parte de este envejecimiento activo podemos encontrar recomendaciones que van desde los hábitos alimenticios hasta las rutinas deportivas o la conocida estimulación cognitiva.
Como sabemos, las capacidades cognitivas son aquellos procesos mentales que nos permiten percibir, procesar y elaborar información del mundo que nos rodea. Necesarias en todas las actividades diarias de nuestro día a día, desde leer el periódico, mantener una conversación o hacer la comida. En el caso de las personas mayores, el deterioro de nuestras capacidades cognitivas viene dado por la propia edad, las enfermedades, pero también por el aislamiento o la falta de socialización y compañía.
¿Cómo mantener o ralentizar la pérdida de capacidades cognitivas?
Con el tiempo, percibimos que olvidamos recurrentemente lo que nos acaban de decir, no recordamos la palabra que queremos decir o nos cuesta mantener la concentración durante un largo tiempo. Todo ello son síntomas de este desgaste neuronal. Sin embargo, hay formas mantener nuestra mente activa y no solo ralentizar el deterioro cognitivo, ¡sino también mejorar nuestras habilidades!
Una buena forma de hacerlo es a través de los grupos de estimulación cognitiva. Es decir, reuniones periódicas donde nuestros mayores ponen en práctica técnicas y actividades que mejoran estas capacidades. Por supuesto, estos ejercicios deben estar adaptados a cada caso, pues las exigencias y las metas no serán las mismas en un adulto sano que en una persona con una enfermedad o patología neurodegenerativa.
¿Cómo son estos grupos y qué actividades realizan?
En estas sesiones, la implicación de la familia y los cuidadores cobra un papel protagonista. Debemos apoyar siempre a nuestro familiar y reconocer de forma positiva su progreso, así como el gran esfuerzo realizado. Es decir, acompañarles en este proceso y evitar que se sientan mal por las consecuencias de la edad o enfermedad. Entre las actividades que pueden mejorar nuestras capacidades cognitivas encontramos:
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Redactado por:
Ana Gutiérrez Frutos
N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria