VIDA SALUDABLE - 11 de mayo de 2023
Las articulaciones son los elementos de unión más importantes del aparato locomotor, ya que permiten la movilidad del cuerpo. Son más que huesos: incluyen los tejidos blandos que los rodean, como cartílagos, tendones y ligamentos.
Debido a su trabajo constante para evitar la fricción de las zonas, suelen sufrir lesiones de carácter degenerativo o traumático en las que se pueden ver afectadas varias de las estructuras que las comprenden. Por estas razones, protegerlas es una medida preventiva que debería empezar desde la infancia, antes de que causen molestias, con hábitos de vida saludables que ayuden a evitar dolencia en el futuro. Los trastornos articulares son enfermedades o lesiones que afectan sus articulaciones, por ello compartimos 6 prácticas para prevenirlos:
1. Realizar ejercicio físico de manera regular
El movimiento alivia la rigidez articular, reduce el dolor y fortalece los músculos que rodean las articulaciones. Uno de los más valorados es la natación, ya que puede ayudar a mantener la flexibilidad mientras quita carga a las articulaciones. Subir escaleras en vez de coger el ascensor también es un hábito saludable muy recomendable para incluir en nuestra rutina.
2. Mantener un peso saludable
Las articulaciones están diseñadas para aguantar una cierta cantidad de fuerza. Cada kilo extra que ganamos pone más tensión en nuestras rodillas, por lo que mantener un peso adecuado a nuestra condición fisiológica reduce de manera significativa el dolor, la función y la rigidez de las articulaciones.
3. Seguir una alimentación sana y rica en nutrientes
La dieta mediterránea se ha asociado a una menor frecuencia de problemas como la artritis reumatoide. Es importante incluir productos como pescado rico en ácidos grasos omega 3, como el salmón y la caballa, frutas y verduras ricas en vitaminas antioxidantes, así como cereales integrales y alimentos ricos en vitamina E como las nueces.
4. Adoptar una buena postura corporal
La mala postura es una de las principales causas de dolor articular. Solemos encorvarnos sin darnos cuenta en el escritorio o caminar con los hombros y la cabeza hacia adelante, lo que conduce a una columna vertebral desalineada. Esto tensiona todas las articulaciones, lo que genera una presión adicional en las rodillas y las caderas.
5. Mantener una buena hidratación
El agua constituye un 80% del cartílago del cuerpo. Si no nos mantenemos bien hidratados, el cuerpo extraerá el agua del cartílago y otras áreas, lo que sin duda perjudicará a las articulaciones. Esto quiere decir también evitar los líquidos deshidratantes, especialmente en verano, como el café, el alcohol, etc.
6. Evitar el estrés y cuidar el descanso
El descanso es fundamental, favorece la desinflamación y ayuda en la salud articular. Además, tener unos hábitos del sueño saludables y evitar situaciones de estrés es imprescindible para el buen desarrollo del sistema inmunológico. Dormir bien es una de las mejores formas de proteger las articulaciones que no requiere ningún esfuerzo. Un mal descanso y una mala gestión de las situaciones de estrés y frustración pueden acabar en articulaciones rígidas y doloridas.
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