Malas posturas, luz inadecuada, movilidad restringida… Si pasas muchas horas en la oficina, seguro que sabes de qué estamos hablando. Las molestias y los dolores cada vez son más habituales entre los trabajadores que pasan mucho tiempo sentados. Sin embargo, existen algunos ejercicios sencillos que puedes incorporar a tu rutina diaria y que te servirán de alivio. Te animamos a que los pongas en práctica, unos pocos minutos y verás como te sentirás mejor.
- Contrae y relaja la nuca. Puedes hacerlo perfectamente mientras estás sentado frente al ordenador. Inclina levemente la cabeza hacia atrás, sin forzarla y manteniendo recta la espalda, y luego baja la barbilla hacia el pecho.
- Libera tensiones en el cuello. Otro clásico para liberar la musculatura del cuello. Inclina la cabeza sucesivamente hacia la izquierda y hacia la derecha. Para hacer el movimiento un poco más intenso puedes ayudarte también alternativamente con la mano izquierda y derecha.
- Mueve los hombros. Con los brazos extendidos, sube y baja los hombros y, luego, dibuja con ellos círculos hacia adelante y hacia atrás.
- Estira la cintura. Con las manos en la nuca y la espalda recta, flexiona lateralmente la cintura mientras dejas caer los brazos izquierdo y derecho alternativamente.
- Relaja la musculatura de los omoplatos. Coloca los brazos a la altura del pecho, flexiona los codos y sitúa un antebrazo por encima del otro, como si trataras de emular una danza rusa. Dirige los codos hacia atrás para liberar tensión en los omoplatos y recupera la posición inicial.
Al margen de estos sencillos ejercicios, la mayoría de las empresas han adaptado ya las instalaciones para evitar molestias y lesiones en sus trabajadores. Algunas de las pautas más comunes son las siguientes:
- Mantén la columna erguida y coloca la pantalla del ordenador a la altura de los ojos.
- Utiliza una silla con apoyo para los brazos.
- Controla la posición del teclado y del ratón para que tus manos y brazos no sufran en exceso.
- La iluminación es un elemento primordial. Una mala iluminación puede generar destellos, cansancio visual e incluso dolor de cabeza o mareos.
Si incorporas estas sencillas recomendaciones a tu rutina diaria, es más que probable que vuelvas a casa mucho más relajado tras tu jornada laboral. ¡Anímate y ponlas en práctica!