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¿Cómo leer el etiquetado de los alimentos?

VIDA SALUDABLE - 8 de noviembre de 2018

¿Eres de los que se detiene a leer las etiquetas de los alimentos antes de comprarlos? Si todavía no lo haces, probablemente no sepas qué es lo que realmente estás comprando y comiendo. La gran cantidad de información que contiene el etiquetado ya no es una excusa para no fijarse en ella porque en los últimos años esta información se ha simplificado para facilitar su lectura al consumidor.

El Reglamento (UE) Nº1169/2011 sobre la Información Alimentaria Facilitada al Consumidor se modificó por última vez en 2015 para facilitar el acceso del comprador a la información más importante sobre cada producto. La etiqueta de un alimento debe incluir:

  • Ingredientes. Debe aparecer una lista con los ingredientes ordenados según su cantidad, de mayor a menor presencia.
  • Denominación. El alimento debe aparecer con una breve designación para que el consumidor sepa de qué se trata.
  • Sustancias o productos que causen intolerancias o alergias.
  • Información nutricional.
  • Cantidad neta.
  • Modo de conservación y/o utilización y modo de empleo (en caso de que sea necesario para un uso adecuado).
  • Fecha de caducidad o duración mínima. La duración mínima se expresa como “consumir preferentemente antes del día/mes/año” o “consumir preferentemente antes del fin de mes/año o año”. La fecha de caducidad se expresa de manera más simplificada: “día/mes y a veces año”.
  • Porcentaje de alcohol, en caso de bebidas alcohólicas con más de un 1.2 % en volumen de alcohol.
  • Empresa responsable de la información alimentaria. Se debe incluir el nombre o razón social y su dirección.
  • Procedencia. País o lugar de origen. En casos de carnes envasadas de porcino, ovino, caprino y aves de corral y en aquellos casos en los que la omisión del lugar de procedencia pueda inducir a error al consumidor es obligatorio indicarlo en la etiqueta para que no haya duda respecto a su procedencia real.

Otro aspecto útil para los consumidores es la información sobre el valor nutricional que también encontrarás en la etiqueta. Deberán indicarse el valor energético, las cantidades de grasa, azúcares, proteínas y sal. El fabricante, por su parte, podrá añadir la cantidad de estas sustancias: ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, polialcoholes, almidón, fibra y determinadas vitaminas y minerales.

Por otro lado, la cantidad de nutrientes se expresará por 100g/100ml y el valor energético en kilojulios (kJ) y kilocalorías (kcal) por 100 g o por 100 ml acompañado de la frase “Ingesta de referencia de un adulto medio (8400 kJ/2000 kcal)”. No obstante, la cantidad de nutrientes también puede expresarse por porción o unidad de consumo, siempre que se indique el número de porciones que contiene el envase.

Como hemos mencionado antes, el etiquetado también nos ofrece información sobre alérgenos y sustancias que puedan causar intolerancias. De esta manera, las personas con intolerancia o alergias pueden estar prevenidas ante determinados ingredientes que, además, deben aparecer con tipografía diferente al resto, ya sea negrita, subrayado, cursiva o con tamaño más grande.

Como consumidor, ya has visto que la etiqueta de cada alimento tiene información muy valiosa que aportarnos. Estar bien informado y saber lo que comemos es una garantía para nuestra salud.

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