VIDA SALUDABLE - 16 de abril de 2021
Sea la época del año que sea, todos o casi todos tenemos una gran lista de propósitos para mejorar nuestro estilo de vida y ganar en salud. Uno de los más comunes suele ser el querer cambiar nuestros hábitos de alimentación y empezar a comer bien y sano. Pero, ¿sabemos realmente cómo hacerlo?
Hoy quiero compartir con vosotros una serie de pautas y recomendaciones que os ayudarán a cambiar vuestros hábitos de consumo y conseguir así un estilo de vida más sano.
Lo primero que debemos hacer es un inventario de todos los productos que tenemos en nuestra cocina, tanto en la nevera como en la despensa y deshacernos de todos los que no sean saludables y nos impidan cumplir nuestro objetivo.
Es hora de regalar esas salsas que llevan meses en la nevera, los dulces, los procesados, las bebidas azucaradas, los batidos, la comida basura, el alcohol, los congelados como las croquetas, los nuggets, las patatas fritas, todos aquellos alimentos que se preparan muy rápido y que, por tanto, nos pueden hacer caer en la tentación. Si no los tenemos será más difícil que los consumamos, por tanto, tener una despensa saludable es el primer paso para cambiar nuestro estilo de vida.
Seguro que has oído hablar de la comida real, se trata de todos los alimentos mínimamente procesados o cuyo procesamiento no haya empeorado su calidad. Frutas, verduras, carnes, pescados, aceite de oliva virgen extra, cereales, frutos secos…
Si tenemos a mano fruta variada, por ejemplo, para picar entre horas, será muy fácil consumirla y disfrutar de todos sus beneficios además de quitarnos el hambre.
Hace tiempo leí que para saber si realmente tenemos hambre debemos pensar en una frase muy simple: ¿Tengo tanta hambre que me comería una zanahoria?, si la respuesta es sí, sin duda tenemos hambre, en cambio si la respuesta es negativa debemos esperar un poco más antes de visitar la nevera.
Parece un tópico, pero la mayoría de las personas no consumen toda el agua que deberían a lo largo del día y eso incide directamente en su salud en general, pero también en la pérdida de peso. Si esperamos a tener sed estaremos bebiendo mucha menos agua de la que nuestro cuerpo necesita, los expertos aseguran que nunca hay que esperar a tener sed, por tanto, esta sensación puede ser un indicativo fiable de que lo estamos haciendo mal y tenemos que beber más agua.
Además de los beneficios que el deporte representa para nuestra salud, está demostrado que practicar ejercicio de forma regular hace que evitemos la comida poco saludable y que nos apetezca comer menos y mejor. Deporte y alimentación deben ir siempre de la mano.
Empieza a poner en práctica estos consejos y verás cómo cambia tu estilo de vida y tu salud. Si los hacéis, notaréis cambios a corto y largo plazo en vuestro peso, además de que vuestra salud os lo agradecerá.
Redactado por:
Cristina Lucerón