CÁNCER DE COLON - 23 de abril de 2021
El cáncer de colon, también conocido como cáncer colorrectal, es uno de los tipos de cáncer que más muertes provocan cada año a nivel mundial. Este cáncer se origina cuando el revestimiento interno del colon o del recto comienza a crecer descontroladamente. El resultado de este crecimiento se llama pólipo.
Los pólipos pueden a la larga convertirse en cáncer, sin embargo, no todos resultan cancerosos, eso dependerá del tipo de pólipo, pero por regla general no suelen presentar esta complicación. La tipología de los pólipos se puede dividir en dos grandes grupos. Unos son los adenomas, que algunas veces se transforman en cáncer, por lo que son considerados afecciones precancerosas. El segundo tipo se conoce como pólipo hiperplásico y, aunque es el tipo más frecuente, por regla general no suelen ser precancerosos.
Desde el punto de vista de la medicina, los pólipos son considerados como tumores benignos y se pueden encontrar en diferentes partes del tracto digestivo, siendo más frecuentes en la zona del colon. Respecto a sus dimensiones, su diámetro puede variar desde los 0,6 cm hasta tamaños mucho más grandes y su aspecto es de pequeñas protuberancias que se esparcen por el revestimiento del intestino. En algunos casos sobresalen por el lumen, las cavidades que tiene el intestino.
Este tipo de crecimiento celular es muy común en adultos, conforme más edad tengamos más probabilidad existe de tenerlos. Se estima, además, que una persona mayor de 60 años, sin contar con otros factores de riesgo, cuenta con un 25% de probabilidad de desarrollarlos. Puede existir un riesgo genético a desarrollarlos, sin embargo, no se sabe exactamente cuál es la causa exacta de los mismos.
Uno de los principales problemas del desarrollo de pólipos que puedan desembocar en cáncer es el diagnóstico. Este crecimiento del recubrimiento intestinal interno no causa ningún tipo de sintomatología hasta que no alcanzan un tamaño considerable, cuando pueden producir un sangrado en las heces.
Para prevenir este problema, resulta indispensable la detección temprana a través del testeo y pruebas de cribado como el análisis de sangre oculta en heces y la colonoscopia. Cuando se da el caso de que se visualizan pólipos a través de la colonoscopia se eliminan para su posterior análisis microscópico y determinar si si es un pólipo benigno o cáncer de colon. Tras este examen, el especialista decidirá cuál es el procedimiento de revisión y seguimiento más adecuado, puesto que varía según el tipo de pólipo que se haya extirpado.
Como siempre pedimos desde Conectando Pacientes, ante cualquier duda o sospecha acude a tu médico para que te realice una revisión completa y descartar cualquier riesgo de posible cáncer de colon.
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