VIDA SALUDABLE - 5 de noviembre de 2021
Los alimentos procesados son aquellos que han sido transformados de alguna manera por la industria alimentaria con respecto a su estado inicial y que normalmente están envasados: por ejemplo, el aceite de oliva o las verduras envasadas o congeladas. A pesar de ser modificados por la mano del hombre, estos alimentos pueden resultar saludables, sobre todo si los combinamos con productos frescos.
A continuación, os damos unos consejos a tener en cuenta a la hora de elegir los alimentos procesados más saludables del supermercado.
Los alimentos ultraprocesados contienen grandes cantidades de aditivos y grasas acumuladas, mientras que los procesados contienen menos componentes artificiales y un mayor porcentaje del ingrediente original, con lo cual resultan más saludables.
Es por ello que debemos saber identificar estas dos categorías de alimentos y distinguirlos cuando estemos frente al lineal del supermercado: en algunos casos podemos incluso sustituir unos por otros. Por ejemplo: en vez del pan de molde clásico, tenemos la opción del pan 100% integral como sustitutivo, cereales de avena en lugar de los azucarados; o preferir las frutas envasadas, cortadas o congeladas frente a las que se presentan en almíbar o escarchadas.
Pararse a leer la etiqueta de un producto es un método infalible para asegurarnos de que el alimento en cuestión es un procesado saludable. Principalmente, debemos fijarnos en la lista de ingredientes, en el orden en el que aparecen los ingredientes para ser más exactos, ya que están ordenados según la cantidad en la que se encuentren, de mayor a menor: en un producto con azúcar añadido no es lo mismo que aparezca el azúcar en primer o segundo lugar (será el ingrediente más abundante) a que esté en último lugar después de todos los ingredientes (estará presente en menor cantidad). También conviene prestar atención al porcentaje de dichos ingredientes: cuanto mayor porcentaje del ingrediente original esté presente en la etiqueta del producto, más saludable será el procesado. Por último, debemos tener en cuenta la cantidad de aditivos que contiene el alimento: cuantos menos haya, mejor.
Los alimentos congelados son una opción a tener en cuenta siempre y cuando sean de materia prima ultracongelada y no abunden los aditivos. Es recomendable evitar los procesados de este tipo con azúcares añadidos y cantidades excesivas de sodio.
Los alimentos enlatados también suelen tener un procesado saludable, solo debemos fijarnos en que básicamente contienen agua, sal (cantidad moderada) y la materia prima en cuestión. Un ejemplo son las legumbres y las latas de conservas que no contengan salsas o aceites de baja calidad.
En resumen, para acertar con la elección de procesados saludables, debemos tener en cuenta que los alimentos contengan un alto porcentaje de la materia prima original y que tengan como mucho dos o tres componentes adicionales. Combinando estos alimentos procesados con alimentos frescos tendremos una lista de la compra de lo más completa y sana.
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