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Comer antes adelgaza. Escucha a tu reloj biológico

VIDA SALUDABLE - 10 de junio de 2019

Los horarios de trabajo o de estudio nos obligan a adaptar las comidas a nuestras obligaciones. Sin embargo, algunos estudios apuntan que no lo estamos haciendo bien. Investigaciones realizadas por las Universidades de Harvard y Tufts de Estados Unidos revelan ahora que, cuanto más temprano comamos, más fácil será mantenernos en nuestro peso ideal. Es lo que se llama cronoalimentación o adaptación de las comidas a nuestro reloj biológico.

No es ningún secreto que el desayuno es una de las comidas más importante del día, especialmente si deseas mantener una dieta equilibrada, por ello hay que prestar atención a qué alimentos escoges para desayunar. Un buen desayuno debe incluir fruta, a la que puedes acompañar con huevos, que aportan proteínas de alta calidad biológica, o avena que, como los cereales integrales, contiene mucha fibra y proporciona sensación de plenitud durante horas. Por el contrario, los alimentos azucarados y la bollería industrial no deberían formar parte del desayuno.

Durante la comida, es donde ingerimos casi la mitad de las calorías diarias, y deberíamos hacerlo antes de las 15 horas. La comida debería tener lugar preferentemente al mediodía y tendría que incluir hidratos de carbono y proteínas vegetales y animales. De hecho, el estudio realizado con 420 personas (50% hombres y 50% mujeres) demostró que las que hacían la comida principal después de las tres de la tarde perdían menos peso que las que comían antes de esa hora, comiendo lo mismo, haciendo el mismo ejercicio y durmiendo las mismas horas. Los que comieron sobre las 14:30 horas llegaron a adelgazar 12 kilos y los que lo hicieron pasadas las 15:00 horas sólo perdieron 8.

En cuanto a la cena, según, la doctora Marta Garaulet, de la Universidad de Murcia e investigadora en Brigham and Women's Hospital de la Universidad de Harvard, “cenar más tarde de las 8 hace que puedas engordar más o que adelgaces menos consumiendo las mismas calorías que si las tomas a horas más tempranas". A partir de esta hora de la tarde debemos evitar el consumo de fruta, ya que el metabolismo se ralentiza digiriendo peor la cantidad de azúcares que contienen, aumentando su nivel calórico y dificultando la pérdida de peso.

Igualmente, el hecho de cenar más tarde de las 21:30 horas reduce el éxito de una dieta de adelgazamiento, debido a la alteración de los ritmos circadianos que favorecen la obesidad y la diabetes. Estos ritmos son los cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario, y que responden, principalmente, a la luz y la oscuridad en el ambiente. Por ejemplo, dormir por la noche y estar despierto durante el día es un patrón de ritmo circadiano relacionado con la luz y una alternación de estos aumenta la producción de las hormonas del apetito (leptina y grelina).

Los expertos en cronobiología recomiendan hacer el desayuno a las 8 de la mañana, la comida a las 12 de la mañana y la cena a las 8 de la tarde ya que coincide con los instantes los que la grelina, la hormona que nos hace sentir hambre, está en su mayor actividad. Por último, los investigadores piensan que al mover los horarios de las comidas aproximándolos a la mitad del día, éstos se acompasan con el ritmo cardíaco lo que promueve una mejor metabolización de los alimentos. Ahora sólo tienes que adaptar los horarios a tu reloj biológico para mantenerte en tu peso ideal.

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