¿Sólo debo tener en cuenta el calcio para prevenir la osteoporosis?

Quién no tiene a un familiar mayor o vecino, que cuando acudes a una comida familiar o te lo encuentras en el rellano de tu casa, te cuenta que se ha caído y se ha roto un hueso de la pierna. O, ¿se le ha roto primero el hueso y luego se ha caído? Pero, ¿es eso posible que se rompa un hueso sin recibir un golpe?

Sí, es posible, ¡bienvenidos a la famosa osteoporosis!

Es el proceso en el que se disminuye la densidad ósea y se debilitan los huesos, hasta llegar a producirse fracturas.

Los huesos se están continuamente destruyendo y formando de nuevo, este proceso se conoce como remodelación ósea. Es decir, se eliminan constantemente pequeñas áreas de tejido óseo que son reemplazadas por tejido nuevo. En la juventud, la formación ósea es mayor a la destrucción, llegando a su punto máximo, aproximadamente a los 30 años de edad. A partir de entonces, el proceso de destrucción superará al de formación, y la densidad ósea se empezará a disminuir lentamente. Si el organismo es incapaz de mantener una cantidad suficiente de formación de masa ósea, los huesos se volverán cada vez más frágiles, dando lugar a la osteoporosis.

Concretamente en el caso de las mujeres, la disminución de masa ósea se acelerará después de la menopausia.

Hay situaciones concretas como la toma de ciertos fármacos o algún trastorno, que pueden conducir a una osteoporosis temprana, que es la que se conoce como osteoporosis secundaria. La osteoporosis primaria, que es la más prevalente, es causada por la falta de estrógenos una vez llegada a la menopausia, por una ingesta escasa de calcio, niveles bajos de vitamina D y el aumento de actividad de las glándulas paratiroides. Otros factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y antecedentes familiares, aumentan también el riesgo de padecerla.

El problema radica en que la osteoporosis puede no causar síntomas hasta que se produce una fractura, ya que la pérdida de masa ósea se va produciendo de forma gradual.

¿Se puede prevenir?

La prevención de la osteoporosis generalmente es más exitosa que el tratamiento, dado que es más fácil prevenir esta pérdida de densidad ósea que recuperarla una vez se ha perdido.

¿Qué puedo hacer que esté en mis manos?

• Controlar los factores de riesgo como evitar el tabaco y el consumo elevado de alcohol.
• Incorporar fuentes de calcio en nuestro día a día: lácteos como leche, yogures y quesos, vegetales de hoja verde, soja, garbanzos, almendras y semillas de sésamo. Como puedes ver, ¡hay muchas fuentes vegetales que son ricas en calcio, así que, si no tomas lácteos, no tienes por qué tener déficit!
• Asegurar niveles adecuados de vitamina D: con exposición diaria de 15-20 minutos al sol, ingestas de pescado, huevo, lácteos… y si es necesario, suplementación.
• Hacer ejercicio como salir a caminar, ejercicios de fuerza o equilibrio, favorecen que el calcio vaya a los huesos.

Así que, ¡manos a la obra! ¡La prevención es siempre el mejor remedio!

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