VIDA SALUDABLE - 21 de enero de 2023
En lo que se refiere a la limpieza e higiene de nuestro hogar, todos somos diferentes y cada uno adopta sus propias costumbres a la hora de gestionar su casa. Sin embargo, existen ciertas recomendaciones para que la limpieza del hogar y en este caso, la higiene de nuestra ropa blanca sea óptima para nuestra salud.
Con la llegada del Covid muchos hemos cambiado ciertos hábitos de limpieza, en mi caso, cambio las toallas de manos con más frecuencia que antes y, por supuesto, siempre las cambio cuando vienen visitas.
En el caso de las sábanas, debo admitir que adoro el momento de meterme en la cama con sábanas limpias. Definitivamente creo que el olor, la suavidad y la sensación de limpieza hace que nos sintamos mucho mejor.
¿Existen pautas o recomendaciones para garantizar la higiene de la ropa blanca?
En este tema, encontramos muchas y muy variadas opiniones, pero si en algo coinciden los expertos es en que debemos cambiar las sábanas, al menos, una vez por semana.
Eso sí, cuando la persona esté enferma o también en verano, con temperaturas altas que hacen que sudemos durante la noche, debemos aumentar la frecuencia a dos veces por semana.
En el caso de las fundas de almohada, lo recomendable es lavarlas con más frecuencia que las sábanas, ya que sudamos mucho más por la cabeza que por el cuerpo y, también, para evitar el exceso de grasa y suciedad, tanto en nuestra cara como en nuestro pelo.
Los expertos recomiendan, además,, lavar las almohadas al menos dos veces al año y siempre cuando usemos una funda protectora. Lo mismo ocurre en el caso de las fundas protectoras de colchón, dos lavados al año serían suficiente.
Además, no olvidéis que para garantizar la correcta desinfección de la ropa de cama, debemos lavarla a más de 60 grados.
Las toallas nos ayudan a secarnos y suelen ser gruesas para facilitar esta tarea, lo que muchas veces origina cierto olor a humedad que puede ser complicado de eliminar. En el caso de las toallas del cuerpo, se recomienda lavar las toallas cada 3 usos como mínimo, siempre y cuando veamos que no necesitan que lo hagamos antes. Es muy aconsejable hacerlo con vinagre en lugar de suavizante, ya que además de ayudar a que conserven una mejor textura, el vinagre es un gran aliado contra los gérmenes.
También es preferible secarlas al aire libre o dónde les pueda dar el sol. En el caso de las toallas de manos, la frecuencia más recomendable sería cada dos días, o si son muchas personas las que utilicen esa toalla de lavabo, debemos cambiarlas cada día. Si hablamos de las alfombras de baño, el uso de vinagre para el lavado se hace especialmente necesario, sobre todo para evitar olores y para garantizar la máxima desinfección. En cuanto a la frecuencia, se recomienda cambiarla cada semana, siempre y cuando nuestro baño esté ventilado y consigan secarse cada día, de lo contrario habría que aumentar el número de lavados.
Si conseguís respetar estas frecuencias mínimas garantizareis una correcta higiene de vuestra ropa blanca y, por tanto, cuidaréis mejor de vuestra salud.
Redactado por:
Cristina Lucerón