¿Conoces los beneficios de los probióticos?

Estos alimentos tan buenos para nuestra flora intestinal y para nuestro organismo se han hecho muy populares en los últimos años, tanto para niños como para adultos.

Para poder entender mejor los probióticos, en primer lugar, os vamos a explicar qué es la microbiota.

Cuando hablamos de microbiota nos referimos a un conjunto de microorganismos que residen en nuestro cuerpo. La mayor parte se encuentran en el aparato digestivo, pero también podemos encontrarlos en nuestra piel, en los genitales, en la boca y en los pulmones, entre otros lugares. La microbiota juega un papel fundamental reforzando nuestro sistema inmunitario.

La microbiota de cada individuo es diferente, casi como nuestro ADN y su composición depende de muchos factores, como nuestro estilo de vida, nuestra alimentación, el consumo de fármacos, el entorno, tener o no tener mascotas…

Por su parte, los probióticos son bacterias beneficiosas para nuestra salud que viven en el aparato digestivo. Entre sus principales beneficios destacan:

• Evitan el estreñimiento
• Previenen el colesterol alto
• Ayudan a prevenir alergias alimentarias
• Reconstruyen nuestra flora intestinal después de algún tratamiento farmacológico
• Evitan los hongos causados por ciertos medicamentos
• Combaten la diabetes
• Previenen los resfriados
• Mejoran los síntomas del intestino irritable

Existen ciertos alimentos que son considerados probióticos naturales como el kéfir, el yogur natural, la leche fermentada, el chucrut, la kombucha y algunos quesos, como el queso roquefort o el cabrales.

Además también tenemos probióticos como suplementos de venta en farmacia. Nuestro especialista será el encargado de recomendarnos su consumo y también de indicarnos qué tipo de suplemento es el que más se adapta a nuestra circunstancia.

¿Y qué son los prebióticos?

Dado su gran parecido en el nombre, podemos confundir los probióticos y los prebióticos. Estos últimos son fibras vegetales, incapaces de ser absorbidas por nuestro organismo, pero igualmente beneficiosas.
Fundamentalmente son polisacáridos y oligosacáridos que favorecen el crecimiento de bacterias sanas como lactobacillus y bifidobacterias e incluso son capaces de modificar nuestra microbiota intestinal.

Si queremos ingerir fibra prebiótica podemos encontrarla en alimentos tan conocidos como las lentejas, el ajo, la cebolla, las alcachofas, el puerro, los espárragos y los cereales integrales, entre otros.
Además, los prebióticos están presentes en muchas verduras y frutas.

En los últimos años se ha dado especial importancia a la microbiota y a los probióticos destacando su capacidad de mejorar la calidad de vida de las personas, cuidando y mejorando su composición.

Si aprendemos a alimentar a nuestras bacterias buenas, podremos deshacernos de las malas y gozar de una buena salud, tanto digestiva, como general.