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¿Existen los alimentos adictivos?

VIDA SALUDABLE - 13 de marzo de 2020

Seguro que en más de una ocasión te ha pasado que has comido algo para “matar el gusanillo” y se ha producido el efecto contrario, te ha abierto el apetito aún más. O bien has intentado dejar de comer algo, pero no podías controlar tus ganas y no has parado hasta que no se ha terminado. Si es tu caso, no te sientas mal o extraño porque existen alimentos que realmente crean adicción.

Según demuestran varios estudios en los que se ha analizado en profundidad la composición de los alimentos que consumimos a diario, la comida rica en grasa y en azúcares refinados puede tener un efecto en nuestro organismo parecido a las drogas. Al tener los niveles de recompensa anormalmente altos, tienen más probabilidad de crear respuestas biológicas y de conducta adictivas.

A pesar de que hay alimentos naturales ricos en azúcar, como la fruta, y en grasas, como los frutos secos, los alimentos que causan adicción rara vez los encontramos de forma natural porque es muy raro encontrar altos niveles de ambas sustancias en alimentos sin procesar.

Por eso, el grupo de alimentos adictivos lo pueblan prácticamente en su totalidad los ultraprocesados, a los que se les añaden harinas y aceites refinados, grasas trans y azúcar para que resulten más ricos y agradables al paladar y, en consecuencia, más adictivos. Cuanto mayor sean los niveles de esas sustancias adictivas concentradas en el alimento, más adictivo será.

Es importante saber que los niveles de glucosa en sangre están estrechamente relacionados con la activación de las áreas del cerebro asociadas con la adicción y que los alimentos ultraprocesados son más propensos a producir un pico de azúcar que los naturales. No es lo mismo comerte una tableta de chocolate con leche, alimento altamente procesado y con un alto contenido glucémico, que un plátano. Los azúcares naturales de este último se absorberán más lentamente que los de la tableta porque el plátano no está procesado y, además de azúcar, también tiene fibra, proteínas y agua, lo que ralentiza la velocidad con la que el azúcar ingresa en el torrente sanguíneo.

Otro de los aditivos que se suelen añadir a los alimentos ultraprocesados es el famoso glutamato sódico , presente sobre todo en los aperitivos industriales, muy utilizado en la industria alimentaria. Esta sustancia es un condimento alimenticio que, al parecer, puede influir en la regulación hipotalámica del apetito, lo que hace que nos cueste mucho más saciarnos y que comamos más cantidad de la que necesitamos.

Aunque no es lo más común, en el mercado también se pueden encontrar varios alimentos adictivos, aunque sean poco o nada procesados debido a algún ingrediente concreto. Algunos ejemplos son:

  • El cacao. Además del chocolate con leche, por su alto contenido en grasas y azúcares, el cacao natural también puede provocar una adicción. La culpable en este caso es la anandamida, una sustancia que se adhiere a los receptores cannabinoides.
     
  • El queso. A través de su fermentación y de otros procesos más complejos, el queso contiene una gran cantidad de proteínas de caseínas, unas proteínas derivadas de la leche con un gran potencial para producir péptidos que se unen a los receptores opioides produciendo efectos analgésicos calmantes, además de adicción.
     
  • El café. Este caso es muy diferente a los anteriores. Más que una adicción, lo que se puede experimentar es una dependencia. Esto se explica porque, químicamente, la cafeína se parece mucho a la adenosina, otra molécula que está presente en el cerebro. Al encajar en sus receptores cerebrales, la adenosina crea una sensación corporal de cansancio. Lo que hace la cafeína es que, al parecerse tanto estructuralmente, se desliza por esos mismos receptores y bloquea la adenosina.

    Cuando una persona es una gran consumidora de café, si lo deja repentinamente, se producirá un síndrome de abstinencia en el que se sentirá mentalmente confundido y podría sufrir dolores de cabeza porque la química de su cerebro ha cambiado después de consumir tanta cafeína.

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