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TDAH y alimentación, ¿tienen relación?

DÉFICIT DE ATENCIÓN - 15 de septiembre de 2023

El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neurobiológico caracterizado por la dificultad para prestar atención, actividad excesiva e impulsividad y/o hiperactividad. El estilo de vida y concretamente, la alimentación, generan un impacto en este.

Más allá de los hábitos de vida, en el artículo de hoy nos iremos a ver cómo la alimentación puede estar relacionada con este trastorno y cómo hacer uso de esta para poder aumentar el bienestar y la calidad de vida en estas personas que la padecen.

Para empezar, la recomendación principal es elegir lo máximo posible, alimentos en su forma natural, sin etiquetas ni envasados como son las frutas, verduras, huevos, pescados azules, legumbres, frutos secos… Si estos vienen envasados, miraremos ingredientes y que venga el alimento y poco más (como agua, ácido cítrico y/o sal). Evitar cualquier tipo de aditivo artificial ya sean colorantes, conservantes, edulcorantes… ya que están muy relacionados con los síntomas de este trastorno.

En segundo lugar, llevar una alimentación potencialmente antiinflamatoria y antioxidante nos va a beneficiar, es decir, elegir mayoritariamente los siguientes grupos:

  • Grasas saludables: aceite de oliva virgen extra, frutos secos y semillas, pescados azules, aguacate…
  • Frutas y verduras de todos los colores y en todos los formatos, es decir, crudas y cocinadas. En cada color, se encuentra un tipo de antioxidante determinado por lo que tomarlas de todos ellos, nos asegurará cubrirlos todos.

En tercer lugar, complementar con:

  • Proteínas de calidad: huevos (yema incluida), pescados tanto blancos como azules, legumbres, carnes magras, lácteos…
  • Carbohidratos complejos: legumbres como las lentejas, garbanzos o alubias, cereales integrales como la avena, tubérculos como la patata o el boniato.

Se recomienda potenciar todos estos alimentos para que aquellos como el azúcar, harinas refinadas, aditivos, snacks… pasen a un porcentaje minoritario de la dieta.

Respecto a la cafeína, deberemos vigilar su interacción con la medicación. Se ha visto que pequeñas dosis pueden ayudar a los síntomas del TDAH mientras que abusar podría perjudicar el trastorno.

En cuanto a micronutrientes, están implicados en los procesos cerebrales como es el caso de la vitamina D. Otros a tener en cuenta son el hierro, el zinc, el magnesio o el grupo B.

Chequear en analítica de sangre cada 6 meses aproximadamente los niveles de estas vitaminas y minerales para comprobar que se cubren los requerimientos, potenciar con la alimentación y valorar suplementación en caso de ser necesario. Dado que cada caso es un mundo, consultar con un profesional experto en este campo.

Redactado por:

Mireia Elías Fernández

Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.

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