DÉFICIT DE ATENCIÓN - 4 de julio de 2019
El mindfulness es una práctica que consiste en tomar conciencia, disfrutar y centrar toda la atención en el momento presente, en el aquí y el ahora y, según un estudio del hospital pediátrico Sant Joan de Déu de Esplugues de Llobregat de Barcelona, es muy recomendable en niños que sufren trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), ya que mejora su conducta.
El estudio consistió en analizar a un grupo de niños entre 7 y 12 años que, tras ser diagnosticados de TDAH, practicaron mindfulness durante 8 semanas, en las que les enseñaron a fijar su atención plenamente en el momento presente. Luego, les compararon con otro grupo de niños, también con TDAH diagnosticado, pero que en vez de practicar mindfulness, habían recibido sesiones psicoeducativas tradicionales como psicoeducación del trastorno, pautas conductuales o intervenciones psicoeducativas, siempre sin tratamiento farmacológico.
Los resultados de este programa, denominado Mindfulness for Health (M4H), fueron que los niños que hicieron los ejercicios de concentración redujeron los síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad y la desregulación emocional, así como la ansiedad, comparados con los niños que siguieron el tratamiento habitual para este trastorno. Y es que, practicar esta técnica ejerce una acción directa sobre el lóbulo frontal, un área del cerebro encargada del autocontrol y la regulación comportamental. Además, también se observó una reducción de la irritabilidad y de episodios de enfados. De hecho, los niños mejoraron su autocontrol y redujeron las respuestas impulsivas.
Además, se ha demostrado que el mindfulness mejora la relación de los padres con los niños con este trastorno, porque son capaces de adoptar una actitud más serena sin frustrarse. Otra característica de los niños que ejercitan esta práctica es que estimulan su atención, porque trabajan la capacidad para concentrarse en el aquí y ahora, lo que se refleja en buenos resultados en la memoria de trabajo potenciando el control cognitivo.
Gracias a este estudio, se está valorando que el mindfulness forme parte de una nueva estrategia de intervención más eficaz para estos menores, que pueda practicarse en los centros sanitarios y que sea complementaria al tratamiento farmacológico. Además, los investigadores han elaborado una guía con los objetivos y las pautas del programa Mindfulness for Health (M4H), para difundirlo entre los profesionales de salud mental y otras áreas clínicas que lo quieran aplicar con sus pacientes. Seguro que a los médicos les servirá de ayuda para ampliar los recursos terapéuticos para pacientes con TDAH, que según datos de la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH) padecen entre un 2 y un 5% de la población infantil en nuestro país. De este porcentaje, se estima que más del 80% de los niños continuarán presentando problemas en la adolescencia, y entre el 30-65%, en la edad adulta, a los que seguro que la práctica de mindfulness también ayudará, a pesar de que el estudio sólo se haya realizado con niños y en esta ocasión no hayan participado adultos en el mismo.
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