Los cinco cánceres más frecuentes provocados por el tabaco

Como ya hemos tratado en otros artículos, el tabaco es una sustancia dañina que contiene al menos 250 sustancias nocivas para la salud, y de éstas, 50 están directamente relacionadas con desencadenar cáncer.

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, el consumo de tabaco y también la exposición pasiva al humo que genera, está relacionada con el aumento de la probabilidad de sufrir cáncer en cualquier zona del cuerpo, pero más específicamente se puede desarrollar:

• Cáncer de estómago y de esófago. En los fumadores suele desarrollarse en la parte alta del estómago, cerca del esófago, porque en esta zona gastrointestinal es donde más sustancias nocivas se depositan. También, las personas que fuman diariamente una cajetilla de tabaco tienen el doble de probabilidades de padecer adenocarcinoma de esófago, según la Sociedad Americana de Cáncer. Además, si se combina el tabaco con el consumo de alcohol, este riesgo se multiplica por 17. En lo que respecta al cáncer de estómago, los fumadores presentan un riesgo hasta tres veces superior que los no fumadores. Sin embargo, con respecto al cáncer de páncreas, sólo se considera que el riesgo está aumentado en los grandes fumadores.
   
• Cáncer de boca. Ya que el cigarrillo entra en contacto directo con la boca, es más probable que la nicotina impregne esta zona. Además, esta sustancia hace que disminuya la capacidad de cicatrización de estos tejidos y aumente la probabilidad de sufrir cáncer.
   
• Cáncer de garganta o laringe. La Sociedad Americana de Cáncer señala que un alto porcentaje de los pacientes que sufren esta enfermedad en esta zona es debido al tabaco o a su inhalación como fumadores pasivos.
   
• Cáncer de pulmón, tráquea o bronquios. El hábito de fumar está en el origen del 95% de los tumores de pulmón, la primera causa de muerte por enfermedad oncológica; el 82% de los de laringe y el 90% de los de la cavidad oral y faringe. En el caso del cáncer de pulmón, la reducción de la esperanza de vida es proporcional al número de cigarrillos que se fuma y a la duración del hábito tabáquico. Sin embargo, siempre que no exista ya un tumor incipiente en desarrollo, si se deja de fumar el riesgo de sufrir un cáncer de pulmón prácticamente se iguala al de los no fumadores al cabo de 15 años. Asimismo, los fumadores pasivos presentan un riesgo superior de sufrir este tipo de cáncer al de las personas que no se ven expuestas al humo del tabaco.
   
• Cáncer de cuello uterino. Aunque la mayoría de las mujeres contraen este tipo de cáncer debido al Virus del Papiloma Humano, las mujeres fumadoras tienen mayor riesgo de sufrir este tipo de neoplasia. Además, según un estudio publicado en la revista Scielo, han encontrado en el moco cervical de las fumadoras químicos cancerígenos presentes en el tabaco. También los hombres con cáncer de próstata que fuman podrían tener más probabilidades de morir a causa de esta enfermedad que los que no fuman.

Si eres fumador, siempre es un buen momento para plantearse esta adicción, pide consejo a tu médico o farmacéutico.