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Madres adolescentes y riesgo de TDAH

DÉFICIT DE ATENCIÓN - 20 de febrero de 2020

En los últimos años los casos de niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) no dejan de crecer. Se han multiplicado hasta por 30 veces en España en niños de 8 a 12 años y, los últimos estudios de prevalencia de ese trastorno en España del Instituto Nacional de Seguridad Social, destacan que más de 250.000 menores toman psicoestimulantes para combatir el TDAH.

En relación con este trastorno, la Universidad del Sur de Australia ha concluido en su último estudio que las madres jóvenes tienen mayor probabilidad de que sus hijos padezcan déficit de atención e hiperactividad. El hallazgo se ha producido durante una investigación para explorar la relación genética entre los rasgos reproductivos femeninos y los trastornos psiquiátricos y, según detalla el estudio, la relación entre este riesgo y la edad se hace más palpable en los casos en los que las mujeres no han llegado aún a la edad de 20 años.

Los investigadores han utilizado los datos genéticos de 220.685 mujeres a través del Biobanco del Reino Unido y se centraron en analizar las correlaciones genéticas entre cinco rasgos reproductivos femeninos: edad a la que tuvo el primer hijo, edad en la primera relación sexual, edad a la que tuvo su primera menstruación y a la que pasó la menopausia, y el número de nacimientos vivos; y seis trastornos psiquiátricos: trastornos de alimentación, depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, autismo y el propio TDAH.

“Al comprender los vínculos entre ser madre a una edad temprana y tener un hijo con TDAH, podemos educar y apoya mejor a las familias antes”, explica el profesor Hong Lee, líder del grupo de genética estadística del Centro Australiano para la Salud de Precisión, y celebra que este tipo de hallazgos pueden servir de gran ayuda para mejorar la salud reproductiva en las mujeres y ofrecer mejores resultados para sus hijos.

Ahora, Lee sugiere que, con estos datos, es conveniente tomar dos vías de acción a partir de ahora: 

  1. La primera es concienciar a las mujeres adolescentes del alto riesgo genético que existe de que sus hijos tengan TDAH, de forma que puedan planificar la maternidad para no tener descendencia a edades muy tempranas.
  2. La otra vía es educar a las madres jóvenes sobre los síntomas del TDAH, como la desatención y la impulsividad. Una información “que puede ayudar a las madres a reconocer mejor la condición de sus hijos y buscar tratamiento más pronto que tarde”, tal y como explica Lee.

Sin embargo, el investigador prefiere mantener la calma y ha aclarado que, aunque estos hallazgos son muy positivos, existen algunos escollos que salvar. “Es importante comprender que, si bien existe un vínculo genético claro entre el TDAH y las madres jóvenes, esto no es necesariamente una relación causal”, aclara.

Por otro lado, el científico explica que también conviene recordar que el TDAH es un trastorno altamente hereditario y que, por tanto, la madre también puede tener los genes que afectan al riesgo que luego hereda su hijo. “Saber que una mujer tiene una predisposición genética para el TDAH puede registrarse en el historial médico de su familia y luego usarse para controlar su salud y la salud de su descendencia”, sugiere el profesor y añade que, “de esta manera, podemos asegurar que tanto la madre como el bebé reciban el apoyo y la ayuda que necesitan”.

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