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Aprende jugando a controlar el TDAH

DÉFICIT DE ATENCIÓN - 5 de octubre de 2017

Tareas aparentemente simples como realizar los deberes escolares, recoger las cosas de su habitación o seguir un simple programa de televisión pueden convertirse en una dificultad añadida para tu hijo si tiene TDAH. La vuelta al cole tras unas largas vacaciones de verano y el retorno a la rutina pueden  ser percibidos por tu hijo como algo negativo pero hay soluciones.

Te ofrecemos aquí algunas recomendaciones para que tu pequeño aprenda a concentrarse y a controlar su impulsividad de una forma entretenida. Si sigue alguna de estas pautas, podrá mejorar su memoria, atención y autocontrol. Estos ejercicios os beneficiarán tanto a vosotros los padres como a vuestros hijos porque pueden realizarse en grupo y mejorar así la relación paterno-filial.

Un acierto seguro son los puzles. En el mercado podemos encontrar gran variedad de formatos. Los puzles son una actividad ideal para realizar con tu hijo que, además, no notará que está trabajando.  Dependiendo de sus gustos y dificultades podemos encontrar puzles de cubos, por temáticas, número de piezas e  incluso en 3D. Se trata de un juego sencillo que ayudará a reforzar la concentración de tu pequeño.

Los juegos de memoria están diseñados para fijar la atención de los niños con TDAH. Uno de los más recurrentes y al que todos hemos jugado alguna vez es el de encontrar las parejas, dos figuras iguales. Son ideales para realizar entre tu hijo y tú porque, en caso de dificultad, siempre puedes prestarle tu apoyo para que no se frustre.

Existen también los juegos de construcción, que son perfectos para controlar los impulsos. Consisten en seguir unos pasos o pautas para obtener el resultado, por lo que son muy positivos para que tu hijo aprenda a recibir instrucciones y aceptar órdenes.

Dibujar laberintos es otra buena opción para reforzar su atención. Pueden echar mano de su imaginación para hacerlos de diferentes temáticas e incluso realizar competiciones entre jugadores. Existen desde laberintos muy sencillos hasta bastante complejos por lo que se recomienda empezar por los básicos e ir aumentando de nivel poco a poco.

Lo que os proponemos es que realicéis todas estas actividades en familia para que el niño con TDAH refuerce su positividad y las perciba como un juego y no como un trabajo impuesto. En definitiva, nada mejor para un niño y sus padres que aprender jugando. Así, disfrutarás más tiempo de tu hijo y podrás comprobar sus avances a diario.

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