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Tipos de Psoriasis. No hay dos patologías iguales

SALUD DE LA PIEL - 5 de octubre de 2017

Es frecuente que una misma patología pueda presentarse en distintas formas clínicas y, bien de manera aislada o conjunta, en la misma persona. La psoriasis en este caso no es una excepción.  Definir qué tipo de esta afección cutánea padecemos nos ayudará a elegir el mejor tratamiento para cada caso, lo que contribuirá además a aliviar los síntomas.

La psoriasis se caracteriza por la aparición de lesiones, más o menos amplias, en distintas zonas de nuestra piel. Codos, rodillas, cuero cabelludo, uñas, o la región sacra son las áreas donde se da con más frecuencia, aunque las manchas rojas y abultadas tan características de esta dolencia pueden presentarse en cualquier otra parte del organismo. No es una patología de fácil manejo; exige mucha atención y paciencia por parte de quienes la padecen. Las lesiones suelen doler y picar y, en ocasiones, llegan a agrietarse y a sangrar.

Tipos de psoriasis

Aunque no hay dos tipos de psoriasis iguales, solo a modo de clasificación puede hablarse de distintos tipos. La más frecuente es la denominada psoriasis en placas. Desde apenas pocos milímetros hasta varios centímetros de diámetro, esta presentación, de color rojizo, se localiza en distintas partes del cuerpo. Puede afectar a las rodillas, los codos y la zona sacra y, en función de su extensión, puede hablarse de psoriasis más o menos generalizada. Sus síntomas asociados son los ya mencionados. Lo más habitual es padecer enrojecimiento, dolor y picor.

Dependiendo de su localización, sus síntomas pueden ser más o menos graves. Así, cuando aparece en las palmas de las manos o en las plantas de los pies, puede complicar la vida personal y laboral. La piel tiende a agrietarse y a sangrar, lo que resulta doloroso. Lo saben bien quienes la padecen.

Otro tipo bastante frecuente de esta patología es la denominada psoriasis en pliegues, también conocida como psoriasis invertida. En este caso, las placas son más rojas pero menos descamativas y suelen afectar a pliegues cutáneos como axilas, ingles, debajo del pecho o entre las nalgas. Sus síntomas son dolorosos y, a menudo, discapacitantes, sobre todo, si se producen fisuras en el fondo de los pliegues.

Cuando las lesiones son pequeñas, numerosas e irregulares, menores de dos centímetros, estamos a lo que médicamente se llama psoriasis en gotas, pequeñas salpicaduras que pueden afectar a todo el cuerpo. Frecuente en niños y adolescentes, este tipo puede aparecer tras una amigdalitis, una inflamación de las amígdalas,  y puede desaparecer espontáneamente o transformarse en psoriasis en placas.

Una de las formas más graves de esta patología es la psoriasis eritrodérmica. Quienes la padecen presentan afectaciones por casi todo el cuerpo. Son lesiones rojas que provocan desescamación. Es poco frecuente, pero en ocasiones exige ingreso hospitalario.

Por último, la psoriasis pustulosa es otro tipo de presentación de esta dolencia, también grave y poco común. Se caracteriza por la presencia de pústulas –granos de pus no infecciosos sobre las placas--. Puede aparecer solo en manos y pies o también de forma generalizada. Para todas ellas existen tratamientos que ayudan a paliar los síntomas. Lo mejor, como siempre, es que consultes a tu dermatólogo para recibir una terapia personalizada.

 

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