DÉFICIT DE ATENCIÓN - 14 de noviembre de 2019
Que la actividad física puede mejorar el rendimiento cognitivo y el comportamiento de los jóvenes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) ya se intuía. Ahora, una investigación realizada por la Universidad de Jaén ha confirmado este extremo. Los científicos andaluces han analizado para llegar a esta conclusión nada menos que los estudios más importantes sobre ejercicio físico y TDAH realizados durante los últimos 17 años.
El trabajo, liderado por Emilio J. Martínez López, profesor titular del Departamento de Didáctica de la Expresión Musical, Plástica y Corporal del Grupo de Investigación Actividad Física Aplicada a la Educación y Salud (Afaes), lleva por título "Acute and chronic effect of physical activity on cognition and behaviour in young people with ADHD: A systematic review of intervention studies", y ha sido publicado en la revista internacional Research in Developmental Disabilities.
Los investigadores han comprobado, gracias a un análisis comparado de todos los estudios más relevantes realizados en los últimos años, que los beneficios de la actividad física para los niños y jóvenes con TDAH no requieren la práctica de ejercicio de altísima intensidad. De hecho, Sara Suarez, primera firmante de la publicación, destaca que algo tan sencillo como realizar una pequeña caminata o carrera o montar en bicicleta durante entre 20 y 30 minutos “mejora inmediatamente los niveles de atención y concentración".
Los autores del trabajo son partidarios de que los afectados con TDAH que cuentan con entre 6 y 18 años participen en un programa de actividad física debidamente planificado. Esta propuesta debería tener una duración mínima de al menos cinco semanas, con entre tres y cinco sesiones semanales. Siguiendo esta pauta, los niños y adolescentes con trastorno por déficit de atención e hiperactividad logran, a medio-largo plazo, incrementar la actividad cerebral y mejorar las funciones ejecutivas. Además, la práctica de actividad física les permitirá ganar en concentración, con lo que mejorarán también su rendimiento académico.
¿Cómo explican los científicos la relación entre actividad física y TDAH? Los investigadores de la Universidad de Jaén señalan que la práctica de actividad física, de intensidad entre moderada y moderada y vigorosa, tiene efectos sobre el cerebro de los jóvenes ya que favorece la segregación de dopamina y, con ella, mejora la función cognitiva.
Los autores de esta revisión científica son conscientes de que, pese al inmenso esfuerzo realizado en los últimos años para entender y tratar el TDAH, queda todavía mucho camino por recorrer. Sara Suárez manifiesta que una de las grandes asignaturas pendientes de este trastorno del neurodesarrollo es el profundo desconocimiento que todavía impera en la sociedad española. Y eso que no es un problema menor. Esta investigadora estima que, en nuestro país, el TDAH puede afectar a aproximadamente el 6.8% de los escolares.
El consejo de los autores de este trabajo es animar a estos jóvenes a practicar cualquier actividad física, la que más les guste. Cualquier joven afectado por TDAH debería cumplir, al menos, con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La máxima autoridad mundial en materia sanitaria aboga por una práctica de 60 minutos diarios durante al menos 5 días por semana.
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