DÉFICIT DE ATENCIÓN - 11 de diciembre de 2023
El TDH es un trastorno que afecta de un 3 a un 6% de niños, cifra que va además en aumento. En este blog te queremos compartir seis creencias erróneas alrededor de este trastorno para conocer mejor qué hay detrás y si tenemos a alguien cerca, poder ayudarle de forma más positiva.
Niños inquietos, con dificultad para concentrarse, sin límites o disciplina o una moda pasajera cuando realmente lo que hay detrás es una condición con dificultades en la gestión de emociones, sensibilidad al rechazo, problemas de memoria, dificultad para seguir conversaciones o baja tolerancia a la frustración, entre otros.
Esto es falso ya que tiene un impacto notorio en muchas áreas de la vida del niño y la familia, en sus relaciones sociales, en el uso de recursos, en su autoestima y en la percepción de autoimagen.
Aunque existe una clara evidencia de que el desarrollo tiene una base genética, hay una influencia notable de factores externos como la exposición temprana del niño al tabaco, alcohol y drogas, nacimiento prematuro y el bajo peso al nacer, son factores de riesgo para el desarrollo de TDAH.
Altas cantidades de los medicamentos pautados en el TDAH podrían tener efectos de euforia. Las dosis pautadas y valorando cada caso de forma individual con un psiquiatra y equipo terapéutico integral, da solución al tratamiento y bienestar del niño/adolescente y su familia.
Un diagnóstico temprano junto con una intervención psicoterapéutica y farmacológica, cuando el caso lo requiera, son esenciales para un buen manejo de las síntomas y mejora de la calidad de vida del niño y futuro adulto. En el proceso terapéutico es importante incluir a la familia, así como a los profesionales del centro educativo al que acuda. Esto propiciará una mayor efectividad del tratamiento y permitirá al niño tener una estructura común en las diferentes áreas de su vida.
Algo que preocupa en los últimos años es el sobrediagnóstico del TDAH. Por ello es importante que exista una mayor conciencia pública del trastorno junto con unos criterios diagnósticos bien establecidos. Además, la presión académica y el rendimiento escolar tan elevado pueden mostrar síntomas parecidos al TDAH, como la dificultad de concentración, y que sean malinterpretados como un trastorno. La impulsividad y la inatención son síntomas presentes en otros trastornos, y no deben asumirse rápidamente como un caso de TDAH. Una evaluación exhaustiva y un diagnóstico adecuado, junto con una conciencia sobre el trastorno ayudarán a que las personas realmente afectadas por TDAH reciban el tratamiento adecuado.
Esperamos que este blog nos acerque y conciencie más sobre el TDAH y podamos ayudar de forma más cercana y humana a las personas que lo padecen y a sus familiares.
Redactado por:
Mireia Elías Fernández
Dietista-Nutricionista Col.MAD00190 y fundadora de Alimentación 3S.