Qué es la disnea y cómo tratarla

La disnea es la dificultad respiratoria o falta de aire. Es una sensación subjetiva y por lo tanto de difícil definición; es una afección que involucra una sensación de dificultad o incomodidad al respirar o la sensación de no estar recibiendo suficiente aire.

La disnea no es una sensación única. Hay varias sensaciones distintas de disnea, en particular:

• Trabajo/esfuerzo (respirar requiere trabajo o esfuerzo)
• Opresión en el pecho
• “Hambre” de aire (inspiración insatisfecha, falta de aire, necesidad de respirar, como contener la respiración)

La disnea es un síntoma frecuente en muchas afecciones de salud cardiorrespiratoria. Algunas manifestaciones de este síntoma son menos conocidas y presentan un desafío, ya sea para identificar los mecanismos subyacentes o medir su impacto en los pacientes.

Los pacientes que padecen hiperventilación idiopática informan dificultad para respirar, mareos y opresión en el pecho, junto con un aumento de la ansiedad y la depresión y un mal estado de salud general.

Las enfermedades en las que aparece con más frecuencia son asma, EPOC, cáncer de pulmón, edema agudo de pulmón, infecciones pulmonares, y tromboembolismo pulmonar.

Además de los tratamientos farmacológicos y rehabilitación cardíaca o pulmonar (que incorpora entrenamiento físico, educación para el autocuidado e intervenciones psicosociales) existen otros recursos como complementos alimenticios naturales que pueden restaurar el estado de las vías respiratorias, mejorando así la respiración.

Herbetom 2 PulM Respir es un jarabe cuyos componentes naturales con efecto sinérgico, que mejoran el estado y el rendimiento de las vías respiratorias, principalmente las vías bajas. Aporta ayuda en estados inflamatorios como el asma, además de insuficiencias respiratorias, infecciones y alergias.

Entre sus ingredientes contiene sauco, propóleo y equinácea, todos relacionados con la mejora del sistema inmunitario. La equinácea además tiene efecto calmante de la mucosa del tracto respiratorio.

El pino, por su parte, reduce la inflamación pulmonar, es expectorante y disminuye el espasmo bronquial. El tomillo presenta una actividad espasmolítica a nivel de las vías respiratorias, lo que justifica su actividad como antitusivo.