Fumar acelera el envejecimiento

Te hemos hablado en anteriores artículos de muchas de las patologías asociadas al tabaco, pero nunca te hemos explicado sus efectos sobre el envejecimiento. Entre los muchos perjuicios que ocasiona el tabaco también está el envejecimiento prematuro. Y es que, según el estudio de la empresa de biotecnología Insilico Medicine, los fumadores envejecen hasta dos veces más rápido que los no fumadores.

La compañía americana analizó a 149.000 personas (49.000 fumadoras) a los que sometieron a distintas pruebas analíticas. Los investigadores elaboraron una tecnología usando redes neuronales profundas para predecir la edad biológica de los individuos en función de los datos médicos que habían recabado y compararon estas cifras con su edad real.

Los resultados fueron sorprendentes. Mostraron, por ejemplo, que el tabaquismo tiene más impacto sobre la salud de las mujeres. En general, la edad biológica de las fumadoras resultó ser el doble de su edad cronológica en comparación con las no fumadoras, ya que tenían una edad biológica 1,5 veces mayor a su edad real. Asimismo, las pruebas de gran parte de los fumadores menores de 30 años revelaron que parecían tener más edad. El 35% aparentaban tener entre 31 y 40 años (35%) y el 36%, entre 41 y 50 años. Esta tendencia del envejecimiento entre fumadores no fue tan pronunciada entre los individuos con edades mayores a 50 años, a los que más o menos, el estudio les sitúo sobre su edad.
 

La opinión de los autores

"El tabaquismo es un problema real que destruye la salud de las personas, causa muertes prematuras y es, a menudo, la causa de muchas enfermedades graves. Hemos aplicado la inteligencia artificial para demostrar que fumar aumenta significativamente la edad biológica", añade el investigador del estudio.

Pero ¿qué efectos físicos produce el tabaco para adelantar el envejecimiento? La piel también sufre por el humo del tabaco, de hecho, el riesgo de arrugas de las mujeres fumadoras es casi el triple con respecto a quienes no consumen tabaco y el doble en el caso de los hombres. Y es que la piel de la cara está expuesta a los efectos del humo del tabaco de una forma directa, por contacto del humo ambiental, e indirecta, por la llegada vía sanguínea de las sustancias tóxicas procedentes del humo del tabaco inhalado.
 

El humo del tabaco genera una gran cantidad de efectos sobre la piel como:

• Arrugas prematuras en la cara. Las arrugas de los fumadores son diferentes de las que presentan los no fumadores, siendo las de los ojos de los fumadores más estrechas y profundas, con contornos bien marcados, mientras que las mismas arrugas en los no fumadores son bastante más abiertas y redondas. El color de la piel de los fumadores no presenta el color rosado característico del cutis sano y ofrece más bien una palidez amarilla grisácea. La relación del tabaco con las arrugas se manifiesta con claridad en ambos sexos a partir de los 30 años.
   
• Piel seca y atrófica y cabellos resecos y quebradizos. El humo del cigarro entra en contacto directo con la cara y el cabello, lo que provoca una piel reseca, sin luminosidad y un cabello con puntas quebradizas. Además, produce una gran cantidad de radicales libres, elementos químicos que dañan las membranas de las células, por lo que llegan a destruir y mutar su información genética y acaban afectando también a la dermis y a la epidermis.
   
• Dificultad en la cicatrización. En los fumadores son peligrosas las cirugías en la piel, pues la cicatrización cutánea es más lenta y tienen más probabilidad de sufrir infecciones.

En definitiva, todas estas razones deberían ayudarte a no comenzar a fumar o a abandonar el hábito. Si necesitas ayuda, no dudes en pedirla. Cualquier momento es bueno para dejar el tabaco.