SALUD PULMONAR - 12 de febrero de 2021
Tomar la decisión de dejar de fumar es un proceso cargado de ambivalencia. No es cuestión de falta de motivos, ya que la lista de los efectos dañinos del tabaco sobre nuestra salud es interminable. Una de las explicaciones es que estas consecuencias perjudiciales suelen ser a largo plazo: problemas cardiovasculares, cáncer, dificultades respiratorias (y un largo etcétera) tienden a aparecer tras mantener durante años el hábito de fumar.
Sin embargo, dejar de fumar implica precisamente lo contrario, conlleva una serie de cambios a corto plazo que generan malestar como son: soportar el síndrome de abstinencia de la nicotina, lidiar con ciertas emociones de ansiedad o inquietud, aprender a desenvolvernos en situaciones sociales sin “el cigarrillo” y la posibilidad de aumentar de peso. Especialmente ésta última, la ganancia de peso, es uno de los principales motivos por los que las personas tienden a posponer la decisión de abandonar definitivamente este nocivo hábito.
Los expertos aseguran que la posibilidad de ganar peso nunca debería ser un motivo que nos limite a la hora de dejar de fumar ya que las consecuencias de continuar fumando son infinitamente más perjudiciales que el sobrepeso. No obstante, en nuestra sociedad, la imagen y lo estético cada día cobra más valor e inevitablemente las repercusiones en el físico suelen frenar la decisión de dejar de fumar.
Ante esto, la realidad a la que nos enfrentamos es la siguiente. Una noticia mala y una noticia buena. La mala noticia es que los estudios confirman la tendencia a ganar peso en exfumadores. Concretamente, el aumento de peso suele ser más acusado en los primeros meses y tras un año sin fumar resulta de media en 4,7 kilos.
La buena noticia es que la persona tiene un papel activo en todo esto. La subida de peso nunca es asegurada, de hecho, los mismos estudios reafirman que hay un porcentaje de personas que no sube de peso o incluso adelgaza.
En este sentido, debemos preguntarnos lo siguiente: ¿qué podemos hacer nosotros/as para minimizar las posibilidades de aumentar de peso?
La recomendación general consiste en acompañar el “dejar de fumar” con la puesta en marcha de un cambio integral, aprendiendo hábitos de salud que neutralicen el posible aumento de peso. Lo cual se traduce en las siguientes pautas clave:
Redactado por:
Ana Gutiérrez Frutos
N.º. Col. M-33182. Psicóloga General Sanitaria