Dejar de fumar siempre es una buena opción, aunque en ocasiones te lleve a ganar unos kilos de más. Es frecuente que al dejar el tabaco nuestro cuerpo nos pida una ingesta extra de azúcar para sustituir la nicotina. ¿Los efectos? Tendemos a comer con más ansiedad y a abusar de los alimentos dulces o grasos. Hay soluciones y en la mayoría de los casos el aumento de peso es temporal y no tardarás mucho en recuperar tu figura. Compartimos contigo algunos consejos que pueden servirte de ayuda:
- Haz más ejercicio. A los pocos días de dejar la nicotina sentirás que tu cuerpo te pide moverse más. Aprovecha el momento para practicar deporte. No hace falta que te pongas a correr, sino que lo recomendable es que elijas la práctica física que mejor se adapte a tus gustos y condición.
- No prescindas de los carbohidratos. Puedes tomar pasta, arroz e incluso pan (mejor si es integral). Y eso sí, te recomendados que no cedas a la tentación de dulces y bebidas azucaradas.
- Hidrátate. Agua e infusiones no aportan calorías y sí una sensación de saciedad que te evitarán comer de más. Tienen además efectos diuréticos que te ayudarán a no ganar peso.
- Come frutas y lácteos desnatados. Una pieza de fruta es la mejor opción para aplacar el hambre. Las frutas, enteras mejor que en zumos, aportan azúcares naturales y son ricas en fibras vegetales que impiden la entrada de azúcar en la sangre. También puedes incluir en tu dieta lácteos desnatados. Lo mejor, yogures sin azúcares añadidos.
- Proteínas de calidad para comidas y cenas. Legumbres, pescados azules y carnes de ave aportan proteínas de excelente calidad y muy poco grasa. Son ideales si no quieres ganar peso.
Si sigues estos consejos, dejar de fumar sin coger kilos te resultará mucho más fácil. Y si aún así ganas peso, recuerda que engordar será transitorio y que decirle adiós al tabaco conlleva enormes beneficios para tu salud.