Cómo no dejar de fumar, los 7 errores que solemos cometer

Probablemente muchos de nosotros nos hayamos propuesto abandonar, de una vez por todas, el tabaco este 2023. ¡Uno de los propósitos de año nuevo más admirables! En Conectando Pacientes os reunimos los siete errores más comunes en los que caemos cuando intentamos dejar de fumar.

Antes de nada, debemos recordar que dejar de fumar es cambiar un estilo de vida. Por lo que pensar “quiero que mi vida siga igual, solo quiero dejar de fumar” no será del todo cierto. Abandonar el tabaco requiere adoptar nuevas formas de vida más saludables, encontrar sustitutos que nos acompañen a partir de ahora y que hagan que ya no echemos más de menos los cigarrillos.

Si quieres dejar de fumar, no cometas estos errores:

1. Grandes promesas: Uno de los principales errores que solemos cometer a la hora de abandonar el tabaco es ejercer demasiada presión hacia nosotros mismos. En este sentido, en vez de ponernos grandes retos, que seguro que podemos cumplir en un largo plazo, es más eficaz fijar pequeñas metas que alcancemos día a día, con las que veamos nuestro avance diario y así mantenernos motivados. Por lo tanto, en lugar de prometernos “no voy a probar un cigarrillo nunca más o fracasaré” podemos plantearnos “no voy a fumar este fin de semana”.
    
2. Cómo afrontar una recaída: Cómo nos hablamos y nos tratamos a nosotros mismos cuando pensamos que fracasamos es una cuestión muy importante. Ante todo, no debemos juzgar las recaídas en los cigarrillos y sentirnos extremadamente culpables. La gran parte de los fumadores no logran dejar el tabaco en el primer intento, pero si continuamos con nuestro empeño estaremos cada vez más cerca de conseguirlo, aprendiendo así de cada error cometido durante el proceso.
    
3. Dejar el tabaco en solitario: Muchos fumadores toman la decisión de dejar el tabaco pero prefieren no compartirlo con familiares y amigos. En algunos casos, por miedo a que adopten una actitud controladora o de policía ante ellos o, en otras ocasiones, para no avergonzarse si fracasan en el primer intento. Sin embargo, contar con una red de apoyo que nos anime, nos escuche y nos ayude en los momentos más complicados de este camino será una de las formas más efectivas de decir adiós para siempre al tabaco.
    
4. No existe una única forma: Compararnos con otros ex fumadores y las brillantes soluciones que les sirvieron a ellos para dejar de fumar puede ser una forma muy injusta de martirizarnos. No hay una única forma válida y correcta de dejar de fumar. Hay fumadores que encuentran su método en fijar una fecha en el calendario y pensar que a partir de ese día no volverán a probarlo. Otros, en cambio, dejan el tabaco reduciendo su consumo cada vez más, disminuyendo lentamente la cantidad de nicotina en el cuerpo.
    
5. Cuidarnos más: Si queremos dejar de fumar es importante adoptar un estilo de vida más saludable. Rutinas como beber más agua, dormir lo suficiente y alimentarnos bien nos ayudan a obtener la energía necesaria para lidiar con el estrés y la tensión que nos hacen recurrir al tabaco. También, no consumir alcohol, café u otros alimentos que asociemos con un momento de fumar nos ayudará a alejarnos de los cigarrillos.
    
6. Elegir un mal motivo para dejar de fumar: A priori podemos pensar que cualquier razón que nos aleje del tabaco es buena, y si bien puede ser así, lo cierto es que no todas son igual de eficaces. Es importante que la persona que quiere dejar de fumar lo haga por él mismo, por una razón sólida que podrá recordarse día a día como un mantra cuando tenga momentos de debilidad. Si dejamos de fumar por razones ajenas a nosotros (“a mi pareja le molesta el olor”, “fumar afea la piel”) es probable que nuestro compromiso con esta decisión sea menor.
    
7. Cambiar el cigarrillo por otro hábito no saludable: En la búsqueda de sustitutos al tabaco a veces adoptamos de forma inconsciente otras costumbres que son igual de nocivas, como aumentar de forma exagerada nuestro consumo de golosinas o beber alcohol. Por ello, es importante que variemos estos pequeños sustitutos y que sean beneficiosos para nuestra salud. Así, puedes probar con alimentos como la fruta o con rutinas saludables como pasear o encontrar un nuevo hobby.